La jornada de este sábado de las Bodas de Isabel ha llegado a su fin con la Muerte de Diego y el Lamento de Isabel, dos actos que han contado con gran afluencia de público en Teruel, que durante este fin de semana se ha transformado en una villa del siglo XIII.

Tras la comitiva fúnebre de despedida a Isabel y Diego, se ha producido el momento más emotivo, el beso entre los participantes de las diferentes escenas, eventos, pasacalles y programación recreacionista. Con las calles abarrotadas, Teruel vuelve al medievo para celebrar y recrear la historia de sus amantes más famosos, generando sentimientos encontrados entre los que emocionan a locales y turistas vestidos para la ocasión.

Duelos a parte, lo que no faltan hoy son los besos, miles de ellos. Tantos o más como los que en 2018 le hicieron ganar el Récord Guinness de la cadena de besos más larga del mundo. Es el broche final a la recreación. Una 2.000 personas se han estado besando durante unos segundos en homenaje a Diego e Isabel, pero también haciendo un canto al amor por encima de todo.

Teruel lleva 27 años volcándose con esta fiesta. La capital turolense hace una vuelta al pasado, al siglo XIII. Durante cuatro días, unas 500 personas, entre actores y voluntarios, reviven la leyenda de los amantes de Teruel.

Una bella historia de amor que atrae al turista. De hecho, este fin de semana la ocupación hotelera está rozando el 100% y la ciudad quiere que la recreación de este amor sea declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional.