30 años sin Antonio Flores, el músico de la sensibilidad excepcional

Hoy se cumplen 30 años de la inesperada muerte del cantante y compositor Antonio Flores, que nos dejó con solo 33 años un 30 de mayo de 1995. Quince días antes, su madre, la gran Lola Flores, se había ido para siempre de este mundo a causa de un cáncer.

Pero su música, sensible y apasionada a partes iguales, sigue más viva que nunca, no solo a través de sus canciones, sino también a través de su hija, la actriz Alba Flores, quien está preparando un documental sobre su padre que llevará por título 'Flores para Antonio' y que verá la luz a finales de este año.

Si Lola Flores fue la pasión incontrolable, Antonio vistió su música de una sensibilidad inusual para su época. Decidió tomar el escenario desde el rock, pero nunca renegó del flamenco que respiró desde la niñez, y su música se convirtió en testimonio de quien tenía claro su compromiso con su arte y su raíces, aquellas que le ataban a su mundo, a su familia y al centro de ella, a La Faraona, quien más y mejor le aferró a la vida.

La llegada de su hija Alba en 1986 –a la que le dedicó aquella mítica canción que lleva su nombre ("la flor que siempre quise en mi jardín")– le cambió la vida: "Cuando tienes un hijo, tu vida ya no vale una mierda, es la vida de tu hijo", dijo Antonio en una de las muchas entrevistas en televisión.

Pero nueve 9 después del nacimiento de la actriz, ese 30 de mayo de 1995, Antonio Flores se iba para siempre. Se despidió de todos nosotros. De su madre lo había hecho quince días antes, y quienes mejor le conocían decían que el mundo se le habría hecho demasiado complicado sin ella.

"Fue horroroso. Fue inesperado y encogió el corazón a España. Cuando murió mi hermano, iba prácticamente todos los días al cementerio. Eso muy poca gente lo sabe, pero iba todos los días. Me reconfortaba", confesaba Lolita recientemente en Lo de Évole, en una de sus entrevistas más intimas y especiales.

Hoy es su hija la encargada de recordar a su padre no solo en las redes sociales, sino en ese documental que está preparando sobre la figura de su padre. Mientras, seguiremos escuchando sus canciones, esas que hizo con tanto mimo y que, como todo en lo que se pone corazón, nunca podrán abandonar este mundo. Pasen una o 7 vidas y siga o no sonando esa guitarra en la isla de Palma...