Con el espíritu disfrutón de los años 20 se proyectó el Hotel Florida, del arquitecto Antonio Palacios, al que tanto debe Madrid. Inaugurado el 1 de febrero de 1924, hace ahora un siglo, fue el primero de la capital con contar con baño en cada una de sus 200 habitaciones.

Se construyó en un entorno icónico, la Plaza del Callao, donde se construirían también La Adriática, la Casa de la Prensa (ahora Palacio de la Prensa), el Cine Callao y el Edificio Carrión (famoso por el cartel de Schweppes). Y entonces, en 1936, llegó la guerra.

Sitiada durante tres años, Madrid se convirtió para muchos periodistas internacionales en el lugar desde el que informar y el Hotel Florida su cuartel general. Tenían que atravesar la Gran Vía bombardeada para enviar las crónicas desde el Edificio de Telefónica.

El estadounidense John Dos Passos le dedicó una de sus famosas crónicas, 'Habitación y baño en el Hotel Florida', en enero del 38, en la que describe la vida de una ciudad en guerra. Y Ernest Hemingway fue fotografiado en sus habitaciones por Robert Capa.

El escritor, premio Nobel, mencionó el hotel en 'Por quién doblan las campanas' y en el ambientó 'La quinta columna', su única obra de teatro, acerca de una pareja encerrada en el hotel mientras las bombas caen afuera. Las mismas bombas que destruyeron parte del hotel, que supo reponerse y ver resucitar la ciudad. Con lo que no pudieron las bombas pudo la vida moderna.

El Florida fue derribado en 1964 y en su lugar se construyó Galerías Preciados. Y Madrid no volvió a ser igual.