La compañía estadounidense Novavax ha anunciado que las pruebas en fase 1 de su vacuna experimental contra el coronavirus han arrojado "datos positivos". El fármaco, según indica en un comunicado, generó anticuerpos en todos los participantes.

De acuerdo con la empresa, que testó la vacuna en 131 adultos sanos de entre 18 y 59 años, "en general fue bien tolerada y mostró un perfil de seguridad tranquilizador".

Además, provocó "respuestas robustas de anticuerpos", superiores en número incluso a las observadas en personas que han tenido la enfermedad. Estos datos, aún preliminares, por ahora están pendientes de revisión por parte de la comunidad científica.

Según detalla la compañía, todos los sujetos del estudio desarrollaron anticuerpos IgG tras recibir la primera dosis, aunque muchos de ellos también desarrollaron respuestas de anticuerpos neutralizantes de tipo silvestre (cepa sin mutaciones). Tras la segunda dosis, el 100% de los participantes desarrolló respuestas de anticuerpos neutralizantes.

Efectos secundarios

En cuanto a los efectos secundarios, la compañía asegura que "las reacciones adversas fueron en general leves". Las más comunes tras recibir la primera dosis fueron dolor y sensibilidad en el lugar de la administración de la vacuna, mientras que los efectos secundarios más frecuentes fueron dolor de cabeza, fatiga y dolor muscular.

Tras la segunda dosis, se registró un mayor número de eventos secundarios, que de media duraron menos de dos días, según Novavax, que afirma que no se registraron efectos adversos "severos".

"Los datos de la fase 1 demuestran que la NVX-CoV2373 es una vacuna de COVID-19 bien tolerada con un perfil inmunogenético robusto", indica en la nota el presidente de la farmacéutica, Gregory Glenn.

Varias vacunas en sus fases finales

Novavax ha anunciado que comenzará pronto sus ensayos en fase 3, posiblemente a finales de septiembre, y espera poder producir entre uno y dos billones (estadounidenses) de la vacuna en 2021. La fase final de los ensayos clínicos, según avanzó Glenn a la agencia Reuters, podría permitir su aprobación ya en diciembre.

Entretanto, Moderna, Oxford y Pfizer trabajan ya para reclutar los voluntarios necesarios para iniciar la fase final de las pruebas clínicas con sus vacunas. Rusia, por su parte, pretende aprobar la que ha desarrollado el Instituto Gamalei de forma inminente.

Está previsto que a partir del 10 de agosto sea enviada a las distintas regiones rusas, donde se llevaría a cabo una campaña de vacunación más amplia a partir de octubre, a pesar de que la investigación de vacunas suele requerir al menos tres fases de varios meses de duración, un proceso que suele durar años.

La OMS reaccionaba con con cautela al anuncio de que la vacuna rusa estaría casi lista para ser inoculada a la población general, recordando que deben cumplirse todas las fases de pruebas antes de que se conceda una licencia. "Hay actualmente cientos de vacunas en proceso de prueba, y deben cumplir las guías y regulaciones para proceder de forma segura", advirtió.