¿Y si una de las claves para combatir el cambio climático estuviera en la pintura blanca? Algo tan sencillo como pintar tejados y carreteras de color blanco conseguiría reducir la temperatura diaria a nivel global medio grado.

Podríamos llegar a reducir hasta cinco grados en grandes ciudades si además incrementamos las zonas verdes con riego. Son conclusiones de varios estudios científicos basados en el poder de una superficie blanca para reflejar hasta el 90% de luz y energía calorífica.

Pero esto no es nuevo, en los pueblos blancos de Andalucía hace siglos que lo ponen en práctica.

Si miramos Barcelona desde el aire, predominan el rojo oscuro y el gris, como en la mayoría de las ciudades, pero... ¿qué ocurriría si, para afrontar el verano, pintásemos de blanco los tejados de los edificios e incrementásemos las zonas verdes en 250 hectáreas?. Según el investigador Sergi Ventura, "aplicadas estas dos estrategias de mitigación, comprobamos que las temperaturas diurnas descienden hasta cinco grados y las nocturnas hasta dos grados".

Gastaríamos un 26% menos en aire acondicionado. Y esa es la clave: el ahorro energético. Ciudades como Nueva York ya se han puesto manos a la obra. La Gran Manzana pretende reducir un 30% sus emisiones de gases de efecto invernadero en 2020 incentivando el blanqueo de las azoteas. Una estrategia que los pueblos del sur de Europa y norte de África practican desde hace siglos.

Almudena Mateo Sagasta, experta en arquitectura bioclimática del estudio de Arquitectura Agranel, explica que "la cubierta es el elemento del edificio que más radiación recibe. Pintar es la solución más barata que hay. En la mayoría de ellas va a ser la medida más fácil, rápida y económica de implantar".

De blanco impoluto es la cooperativa de viviendas situada en la localidad madrileña de Tres Cantos, premio nacional a la eficiencia energética. Y paradigma de arquitectura sostenible es el rascacielos que Santiago Calatrava diseñó en la ciudad sueca de Malmö.

El calentamiento global extiende el problema a nuevas latitudes y los expertos recomiendan además sombrear edificios, crear pantallas vegetales y ampliar zonas verdes. "Crear zonas verdes no solo ayudaría a bajar las temperaturas sino que tiene efectos psicológicos positivos", señala Ventura.

Por eso las ciudades del futuro serán cada vez más verdes, pero también más blancas. En Los Ángeles hasta pintan el asfalto de este color para hacer más llevadero el verano.