Durante la madrugada de este lunes 5 de octubre una ingente bola de fuego ha sobrevolado el cielo del norte de España. Así, las provincias de Palencia y León han podido disfrutar de un fenómeno que ya se dio hace apenas tres días en el centro del país: en este caso, en la provincia de Ciudad Real, donde otra bola de fuego surcó los cielos a 95.000 kilómetros por hora.
De nuevo, el origen de esta inmensa roca ardiente ha sido la colisión de los restos de un cometa con la atmósfera terrestre. El proyecto SMART —responsables de la observación— está desarrollado por la Red de Bólidos y Meteoros del Suroeste de Europa (SWEMN); su director es José María Madiedo y tiene un objetivo claro: saber qué pasa en nuestros cielos.
Así, tras el análisis de este último evento, el experto ha concluido que la bola de fuego avistada esta madrugada ha sido todavía más rápida que la del pasado 2 de octubre: “La roca que originó este fenómeno entró en la atmósfera a unos 109 mil km/h y procedía de un cometa”, escribe en su canal de Youtube.
“El brusco choque con la atmósfera a esta enorme velocidad hizo que la roca se volviese incandescente”, apunta Madiedo. El resultado fue la bola de fuego, cuya trayectoria se inició a unos 106 kilómetros sobre el sureste de la provincia de Palencia. “Desde allí, avanzó en dirección noroeste hacia León, extinguiéndose a unos 69 kilómetros de altitud sobre el sureste de esta otra provincia. La bola de fuego recorrió la atmósfera unos 44 kilómetros antes de desaparecer”, asegura el astrofísico del Instituto de Astrofísica de Andalucía.
El bólido, grabado por los detectores del proyecto SMART, “fue tan luminoso que pudo verse desde todo el país”, comenta el científico. De hecho, ha sido registrado desde diferentes observatorios astronómicos, como los de Calar Alto (Almería), La Sagra (Granada), La Hita (Toledo) y Sevilla.
Desde el proyecto SMART apuntan que el objetivo de estos “detectores” es “monitorizar continuamente el cielo con el fin de registrar y estudiar el impacto contra la atmósfera terrestre de rocas procedentes de distintos objetos del Sistema Solar”. En el caso de España, esta entidad opera más de 80 cámaras en 10 estaciones de detección que cubren casi el 85% del cielo de toda la Península Ibérica. Así, indica el SMART en su web, es posible dar con los fenómenos más brillantes de nuestros cielos.