Esa es una de las conclusiones de un estudio sobre el futuro de la energía limpia en la UE elaborado por la Agencia Internacional de Energía Renovable (IRENA, por sus siglas en inglés) y presentado hoy por la Comisión Europea (CE).

El estudio muestra que solo en salud los europeos ahorrarían entre 19.000 y 71.000 millones de dólares (entre 15.327 y 57.272 millones de euros) al año, a lo que habría que sumar una horquilla de entre 8.000 y 37.000 millones de dólares (entre 6.453 y 29.846 millones de euros) adicionales al año hasta 2030 en costes medioambientales.

Alcanzar ese listón del 34 % de energía renovable en 2030 requeriría además elevar las inversiones de 60.000 a 73.000 millones de dólares (entre 48.399 y 58.886 millones de euros) al año, agrega el estudio. Esa inversión representaría el 0,3 % del PIB de la UE y supondría un monto acumulado de unos 433.000 millones de euros.

Pero su impacto se dejaría notar no solo a nivel medioambiental sino también en otros sectores económicos y en el empleo en el sector de la energía limpia, que actualmente emplea a 1,2 millones de personas en la Unión Europea, indicó IRENA.