Se quedó parapléjico en un accidente de tráfico hace cuatro años. Desde entonces ningún tratamiento ha funcionado para aliviar el dolor que siente en la zona baja de la columna vertebral. "Ingresé hace 22 o 23 días porque tenía mucho dolor", explica este paciente, cuyo sufrimiento era tan intenso que le llevó a un estado depresivo y ansioso con intentos de autolesión.

El Hospital del Mar de Barcelona ha encontrado una alternativa, "una terapia que abre el camino a pacientes que no tendrían otra opción", explica la doctora Gloria Villalba, la neurocirujana que ha encabezado esta intervención que no le ha tratado el dolor, sino que ha modificado la percepción de ese dolor.

"Habría dos tipos de dolor físico. El dolor convencional, sensitivo. Si a mi me pellizcan la mano me está doliendo este pellizco, sin embargo el dolor neuropático es el que habría en la mano sin que nadie me pellizque, sin una herida", detalla la neurocirujana. Mediante electrodos estimularon la zona cerebral que percibe el dolor, de manera que "se produce un reset, igual que en el ordenador, de tal manera que el paciente muestra indiferencia al dolor", comenta Villalba.

Se trataba actuar sobre cómo siente el dolor y cómo le afecta emocionalmente y, explican los médicos, "le permite tener una calidad de vida diferente". En todo el mundo, tan sólo se han realizado una treintena de operaciones de este tipo.