Además de una importante cantidad de restos faunísticos e industria lítica recuperados, se ha localizado en la Cova de les Teixoneres, en Barcelona, el diente de leche de un niño neandertal que vivió hace más de 50.000 años en la zona del Moianès.

En concreto, se trata de un canino inferior que presenta un elevado grado de desgaste y que se estima que podría corresponder a un individuo de entre siete y nueve años, lo que cobra una gran importancia porque en el registro prehistórico europeo figuran restos de varios niños de diferentes edades, pero el número de caninos inferiores es muy escaso.

A este hallazgo se le suma el descubrimiento de un fragmento de parietal que también podría pertenecer a un niño. Ambas piezas abren nuevas perspectivas en la investigación que se está efectuando en el yacimiento para conocer quiénes fueron sus habitantes.

En el caso del canino, su estudio detallado debe permitir conocer el género del niño y ayudar a entender cómo se producía el paso desde la infancia a la pubertad entre los miembros de esta especie humana.

Los arqueólogos esperan que en las próximas campañas de excavaciones puedan hallar nuevos restos que permitan descubrir cómo llegó el niño, uno de los pocos neandertales encontrados hasta ahora en Cataluña.

Los estudios están obteniendo datos muy significativos para entender cómo evolucionaron los ecosistemas en la zona en función de los cambios climáticos, y cómo las poblaciones del Paleolítico medio eran capaces de adaptarse a los constantes cambios.