Un equipo de investigación liderado por la Universidad de Tufts, en Estados Unidos, afirma que la única manera de llegar a un futuro climático tolerable será a través de la acción inmediata y algo de suerte.

Los científicos han creado un método novedoso para explorar las consecuencias de los diferentes futuros del cambio climático adaptando un modelo de evaluación de ordenador con el objetivo de decidir mejor las decisiones políticas.

La novedad de este nuevo sistema es que, además de integrar en su estudio los efectos de la actividad humana y el clima como lo hacían otros modelos, éste también tiene en cuenta las incertidumbres en el crecimiento de la población, la economía, el avance tecnológico y la sensibilidad del clima a los gases de efecto invernadero podrían afectar a los resultados previstos de las políticas y leyes diseñadas para frenar el calentamiento global.

El modelo mejorado descrito en el estudio ayudó a identificar escenarios que condujeron a un futuro climático más tolerable al explorar un amplio rango de variación dentro de cada incertidumbre.

El resultado es que sólo algunos escenarios otorgan vías hacia un mundo donde el calentamiento se limita a 2 grados centígrados para el año 2100, un objetivo que la mayoría de los expertos en clima consideran necesario para un futuro "tolerable". El análisis masivo muestra que alcanzar ese objetivo es excepcionalmente difícil en todos, excepto en los escenarios climáticos más optimistas.

Para lograr este objetivo habría que perseguir de manera inmediata y agresiva la producción de energía neutra en carbono para 2030 y esperar que la sensibilidad de la atmósfera a las emisiones de carbono sea relativamente baja. Si la sensibilidad del clima no es baja, la ventana a un futuro tolerable se reduce y, en algunos casos, es posible que ya esté cerrada.