A pesar de que el alzhéimer y el párkinson son enfermedades que afectan a regiones diferentes en el cerebro y aluden a factores genéticos y ambientales dispares, un estudio publicado por la revista Nature Structural and Molecular Biology revela que a nivel bioquímico son similares.
Las dos enfermedades se componen de una proteína que es capaz de matar células cerebrales: ésta recibe el nombre de alfa-sinucleína en el párkinson y tau en el alzhéimer. La clave está en que existe una enzima llamada asparagina endopeptidasa (AEP) que recorta y hace más viscosa y tóxica a esa proteína, por lo que inhibiéndola con un fármaco se puede parar y revertir el desarrollo de ambas enfermedades neurodegenerativas.
Keqiang Ye, encargado del estudio, precisó que "en la enfermedad de párkinson, la alfa-sinucleína se comporta de forma similar a la tau en la enfermedad de alzhéimer" por lo que "si AEP corta tau, es muy probable que también corte la alfa-sinucleína".
Por el momento, los ensayos clínicos con animales han demostrado que un fármaco que inhibe la asparagina endopeptidasa (AEP) evitando la toxificación de las proteínas.