LA PIMIENTA DEL CONDUCTOR URBANO

Sus primeros pasos fueron "low cost", pero hoy es un urbano de lo más picante

Este utilitario es ágil, económico, y estiloso. Hablemos del Kia Picanto.

Kia Picanto

Kia PicantoKia

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Cuando el Kia Picanto aterrizó en el mercado, lo hizo sin hacer mucho ruido. Era barato, cumplidor y, en el mejor de los casos, pasaba desapercibido. Su carta de presentación era sencilla: cuatro ruedas, cinco puertas y un precio para bolsillos ajustados. Pero los años han pasado, y como aquel compañero de clase al que nadie prestaba atención y un día aparece con estilo, confianza y un coche nuevo, el Picanto ha sabido reinventarse.

Hoy es uno de los urbanos más resultones del mercado. Mantiene esa esencia práctica y asequible, pero la adereza con un diseño con carácter, una calidad interior sorprendente para su tamaño y unas prestaciones que lo hacen perfecto para el entorno urbano. Ya no es solo “ese coche pequeño que te lleva del punto A al B”, ahora es también “ese coche pequeño que mola”.

Un diseño sin complejos y con mucha personalidad

Kia Picanto
Kia Picanto | Kia

Una de las claves del Picanto actual está en su estética. Lejos quedan aquellas líneas insulsas de su primera generación. Ahora tiene cara de pillo, faros afilados, colores vivos y una trasera que parece guiñarte un ojo. No es un coche que intente parecer más de lo que es, y esa honestidad le sienta de maravilla.

Por dentro sorprende aún más. No hablamos de lujos, pero sí de una presentación cuidada, con plásticos bien ensamblados, una pantalla táctil en el centro del salpicadero que parece sacada de un coche más caro y, sobre todo, una sensación general de modernidad que hace unos años era impensable en esta categoría. Cabe destacar que, aunque es pequeño, el espacio está bien aprovechado y dos adultos pueden viajar cómodamente delante, con las plazas traseras más pensadas para trayectos cortos o pasajeros de tamaño reducido.

Además, Kia ofrece versiones con detalles deportivos (como el acabado GT Line) que lo visten con paragolpes agresivos, llantas llamativas y doble salida de escape. Sí, doble. En un coche de poco más de tres metros y medio. Y lo cierto es que le queda estupendamente.

Ligero, ágil y económico: lo justo y necesario

Kia Picanto
Kia Picanto | Kia

En ciudad, el Picanto es un auténtico juguete. Su tamaño compacto permite colarse por huecos imposibles y aparcar en sitios donde otros se resignan a dar otra vuelta a la manzana. La dirección es ligera, el radio de giro excelente y la suspensión filtra bien los baches sin que el coche se sienta blando o torpe.

En cuanto a motores, no hay cohetes, pero tampoco hacen falta. Las versiones de acceso montan un 1.0 de tres cilindros que cumple sin alardes, ideal si el uso es puramente urbano. Si queremos algo más de alegría, existe un 1.2 de 84 CV que permite salir a carretera sin miedo, o incluso una versión turboalimentada con 100 CV que hace que el Picanto se sienta como un pequeño cohete… siempre dentro de lo razonable.

Y como buen coche pensado para el día a día, el consumo es contenido. Rondar los 5 litros a los 100 km en uso real no es complicado, y el mantenimiento es asequible. Además, Kia sigue ofreciendo una de las garantías más generosas del mercado: 7 años o 150.000 km, que dan bastante tranquilidad a la hora de comprar.

En definitiva, el Picanto es una de esas sorpresas agradables que uno no se espera. No pretende ser un coche aspiracional ni hacerte parecer un gurú del motor. Pero si buscas un urbano con estilo, bien resuelto, divertido de conducir en ciudad y con un precio razonable, es difícil no recomendárselo.

Ha pasado de ser “el coche barato de Kia” a ser “el coche que te hace sonreír cuando lo conduces”, y eso, en el mundo del automóvil, no es poca cosa. ¿Quién dijo que lo práctico no podía ser picante?

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