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¿Por qué seguimos comprando coches grises? El caso del color más aburrido del mundo

El color gris lleva años arrasando en ventas, aunque nadie te dirá que es su color favorito. ¿Qué tiene para convencer a millones de conductores? Puede que más de lo que parece... o quizá justo lo contrario.

Coche de color gris

Coche de color grisImagen generada por Inteligencia Artificial (IA)

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Cada día, al salir a la calle, nos encontramos cientos de coches de todas las marcas y colores que se te ocurran. Pero... ¿Alguna vez has contado los segundos que tardas en ver uno de color gris? No es ni mucho menos una casualidad, es pura estadística (y una tendencia al alza que tiene explicación).

Lo cierto es que el gris lleva mucho tiempo reinando en las listas de los colores de coches más vendidos. Da igual si hablamos de utilitarios, berlinas, premium o los SUV familiares que hoy están por todas partes. El gris es el rey indiscutible y pese a ser un tono aburrido, lo seguimos eligiendo como si fuera la única opción sensata. ¿Cuál es el motivo?

Discreto, práctico y ¿cómodo?

Los últimos datos dicen que más del 25% de los coches que hay en España son grises. Ni blancos (que también) ni negros, ni azules eléctricos, ni amarillos, ni rojos. Grises. En sus muchas (y a veces apenas distinguibles) opciones, como plata, antracita, titanio, humo... Todos iguales de discretos y de previsibles.

¿El motivo? Para empezar, el gris disimula muy bien la suciedad, así que si te da pereza lavar el coche a menudo, quizá es un buen color para ti. Además, tiene muy buena salida en el mercado de ocasión, porque nadie te puede decir que le gusta el coche, pero que no le convence el color. Con el gris, eso no te va a pasar. Y si es un coche de empresa, mejor todavía. El gris lleva años siendo el 'uniforme' de todas las flotas, porque no destaca y mantiene una línea elegante.

También es un color cómodo. Cuando te vas a comprar un coche, a no ser que tengas clarísimo el modelo y el acabado que buscas, te surgen dudas sobre el color exterior, la tapicería, los extras... Y el gris es ese color que no nos exige pensar demasiado. Es fácil, cómodo y un comodín.

¿Qué dice de ti que te compres un coche gris? Spoiler: nada rompedor

Nuestro coche dice de nosotros mucho más de lo que creemos, tanto el modelo en sí como los acabados y, por supuesto, el color de la carrocería. Por ejemplo, un coche blanco es limpio, elegante y moderno. El rojo transmite energía y cierto gusto por llamar la atención. El negro también es elegante, aunque también tiene un toque 'dramático'. Pero el gris dice poco, o directamente nada.

De acuerdo con la psicología del color, el gris transmite neutralidad, equilibrio, seguridad y control. Son buenas cualidades, pero también significa que es el color de los que prefieren no posicionarse y, seguramente, no arriesgar. Y eso en un vehículo es prudente, pero va a ser complicado que un coche gris pueda hablar por ti o ser una extensión de tu personalidad.

Eso sí, en muchos casos no es culpa al 100% del conductor y es que no hay otra opción en stock. Y hoy en día, ¿quién se arriesga a pedir un coche nuevo en rojo cereza metalizado si la previsión es que te llegue en 2026?

Así ha evolucionado el color más aburrido del mercado

También es justo decir que a pesar de ser el color más común, no todos los grises son iguales y hay algún subtono que se 'salva'. De hecho, las marcas han aprendido a venderlo bien. Si no puedes vender un 'gris rata', prueba a llamarlo Graphite Grey o Moonstone Silver.

En algunos modelos —sobre todo en el segmento premium—, el gris es sofisticado. Por ejemplo, Audi, Mercedes e incluso algunas versiones de Porsche hacen que sea un tono casi fetiche. Es minimalista, elegante y sobrio, que suelen ser las características que un comprador premium valora al dejarse un dineral en un coche. Pero no nos engañemos, sigue siendo gris.

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