UN FACTOR CLAVE EN LA VENTA
Estos coches se devaluan menos debido a su color
Los eléctricos tienden a depreciarse más rápido que los gasolina y los SUV se deprecian antes que los deportivos.
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Un estudio reciente en Estados Unidos ha revelado que el color del coche juega un papel destacado en su depreciación. En general, todos los vehículos pierden valor, pero factores como el tipo (eléctrico, SUV, deportivo) influyen notablemente. Se sabe, por ejemplo, que los eléctricos tienden a depreciarse más rápido que los gasolina y que los SUV se deprecian antes que los deportivos.
El estudio de iSeeCars: color y retención de valor
Analizando más de 1,2 millones de coches usados con tres años de antigüedad, este estudio examinó cuánto perdían según su color. Los resultados son sorprendentes: la brecha de depreciación entre colores puede llegar al 10 %. Estos son los colores que mejor retienen el valor:
•Amarillo (–24 %)
•Naranja (–24,4 %)
•Verde (–26,3 %)
Estos tonos menos comunes mantienen más demanda que oferta, algo que Karl Brauer (iSeeCars) destaca como causa principal. Colores más comunes y peor valor retenido:
•Negro (–31,9 %)
•Blanco (–32,1 %)
•Dorado (–34,4 %)
Los colores habituales ofrecen poca diferenciación y compiten directamente, lo que reduce su valor .
Depreciación según el tipo de carrocería
La influencia del color varía por categoría de vehículo:
•Pick‑ups: los tonos naranja mantienen un 16 % de depreciación en 3 años, frente al negro/blanco (28 %).
•SUV: naranja, verde y amarillo son los mejores para retener valor; negro y blanco los peores.
•Sedanes y coupés: similar al mercado general, salvo que el verde funciona peor en sedanes.
•Monovolúmenes: el verde destaca (–15,3 %), mientras que los colores brillantes como el amarillo o naranja no están disponibles .
Aunque los gustos europeos o españoles pueden variar respecto a EE. UU. Por ejemplo, en zonas cálidas se prefieren los colores claros para reducir el calor, lo que también influye en la demanda .
Esta información ofrece una perspectiva valiosa para elegir un color pensando en reventa. Escoger un tono atrevido no sólo puede ser estético, sino también rentable.
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