CAMBIO DE ERA
Volkswagen acelera hacia el futuro y dice adiós a dos leyendas
La firma alemana encara su gran transformación eléctrica mientras prepara la retirada del Touareg y el ID.5.

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En un sector automotriz que vive una de las mayores transiciones de su historia, Volkswagen se encuentra en un punto decisivo. Entre el avance de la electrificación, la presión de la competencia y la necesidad de mantener viva su identidad, la marca alemana afronta un futuro lleno de cambios estratégicos.
A lo largo de casi nueve décadas, la marca germana ha sabido reinventarse para seguir siendo un referente global en la industria automotriz. Nació en 1937 con el objetivo de poner un coche al alcance de cada ciudadano alemán, y su propio nombre “Volks” (pueblo) y “wagen” (coche), reflejaba esa misión. Desde entonces, la marca ha construido una reputación basada en modelos prácticos, fiables y con una gran relación calidad-precio. Hoy, esa filosofía convive con un desafío ineludible: adaptarse a la revolución eléctrica sin perder de vista los motores de combustión que todavía sustentan gran parte de su negocio.
Si bien sus primeros pasos en la electrificación no alcanzaron las elevadas expectativas anunciadas a comienzos de los años 2020, Volkswagen ya se ha convertido en el mayor vendedor de coches eléctricos de Europa, en parte por la desaceleración de rivales como Tesla.
Con Oliver Blume al frente del Grupo VAG y Thomas Schäfer como CEO de la marca, se han tomado decisiones estratégicas de gran calado. Una de las más significativas es la desaparición de la nomenclatura “ID” en los próximos modelos eléctricos. A partir de ahora, los nombres serán más convencionales: por ejemplo, lo que hoy conocemos como ID.2 podría convertirse en el nuevo Polo. La idea es clara: motores térmicos y eléctricos deben coexistir de forma armónica durante esta transición.
El fin de una etapa
Sin embargo, la llegada de nuevas incorporaciones obliga a despedirse de dos modelos emblemáticos. El primero será el Volkswagen ID.5, SUV eléctrico coupé que dejará de producirse en 2027 tras seis años de ventas discretas, eclipsado por su hermano más práctico y asequible, el ID.4. El segundo adiós es más sentimental: el Touareg, en el mercado desde 2002, se retirará en 2026 sin un sucesor directo. Durante más de dos décadas ha sido el buque insignia de la gama, sustituyendo al Phaeton y rivalizando con modelos de lujo como el Audi Q7 o el BMW X5. Su progresivo encarecimiento y la caída en las ventas han dictado su destino, dejando al Tayron como el SUV más grande de la marca.
Volkswagen se prepara para un futuro en el que tradición y modernidad deberán convivir. Y, como en toda gran transformación, habrá que hacer espacio para lo nuevo… aunque eso implique decir adiós a viejos conocidos.
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