NO SE CORTA NADA

El mandamás de Repsol tiene claro que Bruselas se equivoca hasta el fondo con los coches de combustión

El consejero delegado de la energética, Josu Jon Imaz, está seguro de que la UE no cumplirá su plan y se tendrán que vender vehículos de gasolina y diésel más allá de 2035.

Josu Jon Imaz, Consejero Delegado de Repsol

Josu Jon Imaz, Consejero Delegado de Repsol Repsol

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A muchos directivos de grandes grupos de automoción no les gusta nada la hoja de ruta de la Unión Europea con los coches eléctricos y de combustión. La prohibición de vender estos últimos a partir de 2035 les sienta como una patada en el trasero y así lo han hecho saber públicamente algunos cuando han tenido la ocasión. Pero aquí no acaba la cosa, porque en la transición hacia la movilidad eléctrica y sostenible hay otros actores que tienen mucho que decir: el sector energético y sus grandes compañías. Una de ellas es Repsol, una de las mayores empresas en España y en el mundo.

Pues su consejero delegado y principal mandamás, Josu Jon Imaz, ha intervenido en el Foro Gipuzkoa que organiza El Diario Vasco para decir que "afortunadamente, la Comisión Europea está preparando la decisión de revertir la prohibición del motor de combustión". Solo el tiempo demostrará si él sabe algo o es una impresión que él tiene, pero lo cierto es que hace apenas unas semanas se votó en el Europarlamento mayoritariamente a favor de mantener el veto - los diputados del PSOE y PP incluidos -.

Un daño cada vez mayor conforme se tarde más en revertir la decisión

El mandamás de Repsol continuó su turno de palabra para dejar una opinión que coincide con la de otros colegas que dirigen marcas y fabricantes. "El problema es que cada año que pase sin tomar esta decisión estamos provocando un daño irreparable en el sector de automoción", dijo textualmente. Por consiguiente, Imaz cree que hay que llevar a cabo la descarbonización "de forma inteligente", y por eso argumentó que "no hay desarrollo sostenible, sin desarrollo" y ello "exige apostar por la competitividad". Esta última frase puede traducirse en emplear todas las tecnologías que "sirvan para reducir emisiones sin sesgos ideológicos".

Por todo ello, el dirigente energético sentenció que "no se puede poner la ideología por delante de la tecnología", porque a su juicio esto lleva consigo "un grave daño a nuestro tejido industrial". Parece que la prohibición de la venta de coches de combustión a partir de 2035 va a seguir dando que hablar mucho tiempo y seguirá creando debates y discusiones entre los expertos de la automoción y la energía. No obstante, en el caso de Repsol siguen llevando a cabo iniciativas muy interesantes que pretenden facilitar la transición hacia esa movilidad sostenible.

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