El discurso del Partido Popular sobre los de Abascal ha ido cambiando, y en cuestión de muy poco tiempo. En el caso del propio Alberto Núñez Feijóo, la hemeroteca pone en evidencia que ha pasado de calificarlos como "la ultraderecha" y unos "predicadores" a tenerlos como un aliado fundamental para llegar a las instituciones.
Antes de tomar las riendas del Partido Popular, Feijóo tenía muy claro qué era Vox : "una derecha populista", "el radicalismo del populismo", decía ante los medios de comunicación.
Ese año, 2019, Juanma Moreno Bonilla accedía a la presidencia de la Junta de Andalucía con el apoyo de Ciudadanos y Vox. Fue entonces cuando Feijóo se mostraba muy tajante respecto a su postura frente a los pactos: "No soy partidario de que Vox entre en los gobiernos", decía. Lo consideraba un "error".
En 2022, mientras seguía al frente de la Xunta de Galicia, no dudaba en criticar que Alfonso Fernández Mañueco accediera al gobierno de la Junta de Castilla y León de la mano de los de Abascal. "A veces es mejor perder el gobierno que ganarlo desde el populismo", decía el 11 de marzo de ese año.
Pero todo comenzó a cambiar cuando accedió a la presidencia de los 'populares', y aunque dejó solo a Mañueco el día de su investidura, se desentendió del acuerdo recordando que fue Pablo Casado quien habría dado el visto bueno a la coalición.
Aun así, el gallego no ha dejado de criticar a Vox, llegando incluso a tacharlos de propagandistas, como hizo durante las elecciones de Andalucía el año pasado. "Quieren gobernar con nosotros y dar clases de gestión cuando no han gestionado nada, ni un euro, son predicadores".
Sorprende aún más que ahora el Partido Popular de Feijóo pacte con quien tiene en sus listasa un condenado por maltrato, porque no hace ni seis meses decía lo siguiente: "Mientras yo presida gobiernos, la lucha contra la violencia machista será y seguirá siendo una de las prioridades".
Y no ha sido el único que ha cambiado su discurso en apenas unos días. El vicesecretario general del partido, Esteban González Pons, hace poco más de un año era bastante explícito en cuanto a la definición de Vox: "Es un partido de extrema derecha. Hay una oferta en España de extrema derecha".
Aunque no le duró mucho esa opinión, puesto que desde la dirección del Partidoadvirtieron que el pacto en Castilla y León ya era inminente y por lo tanto pidieron rebajar el tono. Apenas unos días después de esa afirmación, al ser preguntado por si mantenía su postura Gonzalez Pons se lavaba las manos: "Como presidente del Comité Organizador, eso no entra entre mis atribuciones".
Pero si queremos ver un ejemplo más próximo al cambio de opinión en los 'populares' no hay más que ver al portavoz de campaña del partido, que apenas hace dos meses señalaba a los de Abascal como enemigo político: "Nuestro adversario no solo es Sánchez, también Vox" decía Borja Sémper en una entrevista.
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No hace ni 10 días que declaraba en rueda de prensa que solo pactarían con Vox 'in extremis', solo si no quedaba ninguna alternativa más. "Vamos a intentar hasta el final conformar gobiernos solo formados por el PP", manifestaba. Parece que en Valencia no ha tenido que darse el caso.
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