El mes de agosto tiene de todo: vacaciones, playa, verbenas y lluvias de estrellas. Y aunque hay muchas otras, la de las Perseidas es la más popular y, por lo tanto, la más esperada. Tiene sentido, si se tiene en cuenta que es la lluvia de meteoros más visible para el ojo humano y la que ofrece un espectáculo más accesible para todo el mundo: aunque no hay exactitud con las cifras, se estima que se pueden llegar a ver unos 100 meteoros (o lo que coloquialmente se conoce como 'estrellas fugaces') por hora. Pero no siempre es fácil disfrutar de los espectáculos que el cielo nocturno nos ofrece. En función del lugar donde nos encontremos, será más o menos fácil.

Antes de elegir el lugar al que acudir para ver las estrellas alguno de los días en los que la actividad de las Perseidas roza su pico, es importante tener en cuenta algunas recomendaciones. Por ejemplo, los expertos insisten en que no es necesario el uso de instrumentos ópticos, como telescopios o prismáticos; y no sólo no es necesario —se ven a simple vista— sino que recomiendan fervientemente no usarlos, porque limitan el campo de visión. Otra de las recomendaciones habituales es la de la paciencia: aunque hay que tener menos que en otras lluvias de estrellas, con menos presencia de meteoros, lo mejor es no estresarse, tumbarse mirando al cielo en la oscuridad, esperar a que la vista se acostumbre... y disfrutar. La cosa es, ¿dónde hacerlo?

Dónde ver la lluvia de estrellas de las Perseidas

Se trata de una lluvia de meteoros visible desde casi cualquier punto, pero hay que tener en cuenta la contaminación lumínica. En 2023, las Perseidas tienen a su favor que la luna estará en fase de novilunio durante los días que rodean al pico máximo de actividad, por lo que la 'luz' de la luna no molestará la visión. Tampoco se esperan grandes tormentas, por lo que la climatología no jugará en nuestra contra. Pero la contaminación... ese es otro cantar.

Lo óptimo para disfrutar de las Perseidas es alejarse de los cascos urbanos y buscar zonas altas, despejadas (también sin árboles) y sin que estén cerca de fuentes de luz como son las farolas de las calles o la iluminación de las carreteras. No siempre es fácil, especialmente en ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia, Murcia o Sevilla.

Para encontrar el mejor sitio para ver la lluvia de estrellas puedes guiarte por algún mapa de contaminación lumínica, como Light Pollution Map, una 'app' que ilustra este tipo de contaminación en capas, en tiempo real, sobre un mapa geográfico del área que elijas.

Para poder encontrar un sitio, tienes que guiarte por los colores marcados en el mapa, en función del brillo del cielo nocturno: los tonos blancos y rosados —que suelen aparecer en grandes ciudades y sus alrededores— marcan un brillo nocturno de 18 magnitudes por segundo de arco al cuadrado (como se mide el cielo nocturno), mientras que los tonos más oscuros (azules, grises y negros) marcan un brillo de 22 mag/arcsec². ¿Esto qué quiere decir? Cuanto menor sea el brillo del cielo, es decir, cuanto más oscuro esté, más fácil será ver las estrellas; a más brillo (menos oscuridad), más difícil.

Un cielo no afectado por fuentes de luz puede llegar a alcanzar los 21,8 mag/arcsec², lo que podría permitir, según datos recopilados por la Universidade de Santiago de Compostela, hasta 5.000 estrellas visibles en el cielo (estrellas normales, no meteoros); mientras que en un cielo altamente contaminado a nivel lumínico, el número de estrellas puede llegar a la decena.