De todos losyogures que nos encontramos en el supermercado y de todas las preguntas que nos hacemos cuando elegimos este lácteo rico en probióticos, está seguro la de, ¿entero o desnatado? Y aunque no lo parezca, los yogures enteros (elaborados con leche entera) son muy saludables y aptos para una dieta sana. Y sí, también para adelgazar y perder grasa.

"Aunque un yogur desnatado tiene menos grasa y por tanto, menos calorías, es mejor opción el yogur natural entero y sin azúcares añadidos ni edulcorantes", asegura a laSexta.comLaura Isabel Arranz, doctora en Nutrición y Alimentación, nutricionista y profesora de la Universidad de Barcelona.

"Un yogur natural entero tiene un porcentaje de grasa muy pequeño que está alrededor del 3%, esto es: 3 gramos de grasa por cada 100 gramos de producto, y un yogur desnatado puede tener como máximo un 0,5% de grasa. La diferencia por tanto es mínima. Mientras que, sin embargo, la diferencia en cuanto a textura, sabor y saciedad sí es mayor", añade la experta.

Aunque un yogur desnatado tiene menos grasa y por tanto, menos calorías, es mejor opción el yogur natural entero y sin azúcares añadidos ni edulcorantes

Laura Isabel Arranz, Dra. Alimentación

Por eso mismo, "es mucho mejor el yogur entero, incluso cuando queremos adelgazar y perder grasa, que no músculo: el impacto de esa pequeña grasa es imperceptible en el global de la dieta y la satisfacción y saciedad serán mucho mayores". Y la saciedad es una gran aliada en las dietas de adelgazamiento, porque regulan el hambre y hacen que piquemos menos entre horas. No obstante, si nos gusta más el yogur desnatado, por sabor o por textura, podemos escogerlo igualmente, pero no porque sea más sano, sino porque nos gusta más.

Por otro lado, en el caso de estar siguiendo un plan o dieta de pérdida de grasa, "lo que no sería recomendable para tomar a diario, es la opción de un yogur natural estilo griego ya que en éstos el nivel de grasa es bastante más alto que en los enteros y desnatados", aclara Arranz. Se puede tomar, por supuesto, como cualquier otro alimento de forma ocasional -porque no existen alimentos prohibidos- pero no sería recomendable para tomarlo a diario o de forma regular en nuestra dieta.

Yogur natural: sí, yogures de sabores o edulcorados: no

Ahora eso sí, el yogur debe ser natural: entero o desnatado (como hemos dicho mejor entero) pero siempre natural, al menos para tomar a diario. Y no de sabores o edulcorados. Y en este sentido, Arranz sí es mucho más rotunda:

"Yogures edulcorados no, ni enteros ni desnatados. El hecho de que el yogur lleve aromas no es un problema, pero si lleva azúcares añadidos no nos interesa para nuestro objetivo de cuidar la salud o el peso corporal y si lleva edulcorantes acalóricos, aún peor", subraya Arranz.

"Sabemos desde hace ya mucho tiempo que el uso de edulcorantes acalóricos no es la solución al control de peso y así además, lo ha asegurado recientemente la Organización Mundial de la Salud (OMS)", sostiene la experta. Los edulcorantes -explica- aunque puedan no tener calorías "nos hacen igualmente más propensos a engordar puesto que la señal dulce que llega al cerebro cuando los tomamos hace que nuestro metabolismo se vuelva más ahorrador pues el cuerpo se piensa que llega azúcar en abundancia y se prepara para ser más eficaz almacenando la energía de lo que comemos en forma de grasa corporal".

Además, actualmente también conocemos que "el consumo habitual de edulcorantes altera la microbiota intestinal, con todo el perjuicio para la salud que eso conlleva, y siempre nos vamos a saciar mucho mejor, en general, consumiendo alimentos con el mínimo nivel de dulzor posible", añade la nutricionista.

El yogur natural es un alimento "sumamente saludable por su nivel bajo de grasa, su aporte en proteínas y calcio y, sobre todo, por su aporte de fermentos vivos que ayudan a mantener en buena forma a nuestra microbiota intestinal y por eso estos beneficios no deben verse eclipsados por adición de azúcares o edulcorantes", finaliza la experta. Para endulzar el yogur, lo mejor es añadirle trocitos de fruta, canela, semillas ofrutos secos, siempre que sean al natural o tostados y sin sal.