Un 10% de las mujeres en edad reproductiva sufre endometriosis, una enfermedad inflamatoria, crónica y crónica que no tiene cura pero sí tratamientos para sus síntomas. Por ello, es importante conocer todas señales que pueden avisar de ella: el fuerte dolor de regla (o menstruación) es la más característica.

"Casi la mitad de las mujeres tarda una media de 8 años en ser diagnosticadas porque se normalizan los síntomas de dolor", afirma a laSexta.com Miriam Al Adib, ginecóloga, obstetra, directora de Clínicas MirianGine; y autora del libro 'Hablemos de adolescencia: Y de sexo, y de amor, y de respeto, y de mucho más'.

Y es que hasta hace relativamente poco tiempo, apenas se sabía de su existencia. Incluso, muchos médicos ignoraban que esos dolores de regla podrían deberse a esta enfermedad, sólo porque el dolor se normalizaba, se daba por hecho. Cuando realmente no, no es normal que las reglas duelan mucho. Porque detrás de esos dolores fuertes puede haber una endometriosis; aunque no sería el único síntoma.

Así es importante, primero, explicar que "la endometriosis es una enfermedad crónica e inflamatoria que consiste en la presencia de parte del endometrio (funcionalmente activo) fuera de su sitio, fuera del útero", explica la experta. Y el endometrio es el tejido que se encuentra en la capa más interna del útero.

Y segundo indicar que, de forma general, existen tres clasificaciones de enfermedad, dependiendo por dónde se distribuya esa parte del tejido endometrial (a los que llamamos focos) y de la profundidad de estos. Así, y según expone la experta:

  • Endometriosis ovárica: cuando el tejido endometrial afecta a los ovarios formando unos quistes característicos (endometriomas).
  • Endometriosis superficial: cuando afecta a la zona más superficial de los ovarios y del peritoneo.
  • Endometriosis profunda: los focos son profundos y puede afectar a otros órganos.Es la forma más dolorosa y difícil de tratar.

Síntomas de la endometriosis por los que hay que consultar

Tampoco en esto hay una norma clara, ya que como hemos comentado los síntomas y la intensidad de éstos van a depender de la distribución de esos focos de endometriosis y de la profundidad, es decir, de cómo afectan a los tejidos.

De hecho, aclara la ginecóloga, "hay mujeres asintomáticas o con pocos síntomas y mujeres que literalmente están incapacitadas para hacer vida normal". Dicho esto, veamos cuáles los síntomas más destacados por los que sí o sí deberíamos consultar. Y todos ellos se relacionan directamente con el dolor.

  • Dolor con la regla (dismenorrea)
  • Dolor al orinar cuando se tiene la regla (disuria catamenial)
  • Dolor al defecar cuando se tiene la regla (disquecia catamenial)
  • Dolor cuando se mantienen relaciones sexuales (dispareunia)
  • Dolor pélvico crónico (un dolor persistente en esa zona).

También es importante destacar que puede haber otra serie de síntomas o problemática que dependerá, una vez más, de dónde se sitúe el foco o los focos.

"Por ejemplo, si el foco se sitúa en un uréter podría causar cólicos nefríticos, si está en el cerebro o en el diafragma, síntomas derivados de esa zona. (Es poco frecuente pero existen casos en los que la enfermedad afecta a los órganos fuera de la pelvis). Todo depende de la extensión y profundidad de los focos", insiste.

Lo más importante que debemos tener en cuenta es que cualquier dolor que se tenga, en este sentido, hay que verlo para identificar su origen y determinar si es o no una endometriosis y poner el tratamiento adecuado. "Que nos quede claro queel dolor hay que dejar de normalizarlo", asegura contundente esta profesional.

Cómo se trata la endometriosis

Por último y en cuanto al tratamiento, una vez diagnosticada la enfermedad, ha de ser siempre (como hemos visto con los síntomas) individualizado según cada caso, ya que los síntomas y la calidad de vida de las mujeres varían mucho. Así, el objetivo del tratamiento es más cualitativo que cuantitativo, es decir, no es tan importante la cantidad de focos como la calidad de vida que tenga la mujer.

"Con frecuencia encontramos una disociación clínico-radiológica, es decir, podemos ver casos con poca afectación según las pruebas de imagen y que la mujer tenga, en cambio, un dolor incapacitante; y también viceversa: puede ser que haya mucha afectación según las pruebas de imagen y la mujer, en cambio, esté asintomática. Lo importante es conseguir que la calidad de vida sea buena", señala la doctora.

Dentro del tratamiento médico suelen utilizarse tratamientos hormonales "con el fin de mantener los focos lo más inactivos posibles", explica. Tales como anticonceptivos, gestágenos, DiU hormonal, etc.

Por otro lado, también existen tratamientos multidisciplinares que pueden combinarse (individualizando según cada caso) como fisioterapia de suelo pélvico, nutrición, bloqueos ganglionares, etc. Sin olvidar nunca, la parte de los autocuidados y estilo de vida: llevar una dieta saludable, hacer ejercicio físico y controlar el estrés.

La cirugía se reservará -explica la experta- solo para casos en que los demás tratamientos no hayan funcionado y no consigamos que la paciente haya alcanzado una buena calidad de vida, o bien cuando se produce una situación urgente como por ejemplo una obstrucción intestinal. Debemos saber además que "la cirugía no es curativa, y la propia intervención puede aumentar la inflamación y los tejidos cicatriciales, también puede bajar la reserva ovárica".

Por lo que es importante siempre observar bien cada caso y ver qué es lo conveniente para cada mujer. Pero la clave fundamental de todo es ponerle remedio: "Si no tratamos la endometriosis y dejamos pasar durante años una situación de dolor permanente, cada vez será más difícil revertirlo ya que el dolor crónico tiende a transformarse en dolor neuropático, que es más complicado de tratar", concluye.