Los términos de citas y relaciones en inglés son infinitos, no paran de viralizarse. Ahora que llega la temporada otoño-invierno y parece que se va del todo el veranillo de San Martín, llega el llamado 'cuffing season' o lo que es lo mismo la tendencia a tener más ganas de una pareja o de comprometerse, y no tanto de 'rollos de una noche'.

"Cuffing season es un término que trata de reflejar una cierta tendencia a 'emparejarse' durante una época concreta del año", explica a laSexta.com Silvia Congost, psicóloga experta en dependencia emocional, autoestima y relaciones tóxicas. Cuando el verano se va del todo y comienzan los meses más fríos del año.

Es olvidarnos de ese 'sí pero no', del contigo pero sin ti, del te quiero pero a lo mejor no para siempre, de los tal vez y de los quizá. Como si eso del sofá, la peli y la manta cobrase sentido. Como si el frío viniera con nostalgia. Como si los tópicos, una vez más, sobrevolaran o dominaran el mundo.

El término 'cuffing' -añade Congost- significa algo así 'esposando', por lo que cuffing season vendría a ser 'temporada de esposas', refiriéndose a la tendencia de "atarse" o de comprometerse con alguien en una relación seria.

Y es cierto, "se dice que es entre principios de noviembre y finales de febrero, cuando el ser humano siente una mayor predisposición a estar en pareja, a tener una relación más o menos estable y a comprometerse a un mayor nivel si ya tenía pareja".

Algo que podríamos atribuir al cambio de temperatura, ya que, explica la experta, "con el frío hay más tendencia a estar en casa y menos a viajar y salir. Acabó septiembre y el verano y puede que uno conecte con un sentimiento más profundo de soledad y de aislamiento y que por ello, aumenten las ganas y el deseo de tener una relación".

Puede que "uno se abra (más) al amor y active la búsqueda de pareja o que empecemos a pensar y echar de menos esa relación que habíamos dejado antes del verano y que busquemos la forma de recuperarla", confiesa Congost. O puede que sea como aquella canción de los años 80, y ahora sí te empiece a echar de menos.

¿El frío nos vuelve más enamoradizos?

Pero ¿es cierto que el frío nos hace estar más en casa o más en lugares cerrados haciendo quizá planes con menos gente? Todo depende de cada contexto. De cada momento. De cada persona. Hay personas que son más de invierno y otras que son más de verano. Hay personas que toleran mejor el frío, otras el calor.

Sea como fuera, es cierto que "al estar más en casa debido al clima y a las temperaturas, nos conecta más con las ganas de compartir con nuestros seres queridos. Y tenemos esa idea romántica de ver una película juntos en el sofá bajo la manta, tomar un chocolate caliente en alguna cafetería o pasear por la ciudad viendo las luces de Navidad, celebrando las fiestas, comprando regalos y compartiendo todos esos momentos con la familia y los amigos" explica Congost.

De modo que, estemos o no de acuerdo, sea erróneo o no, "para muchas personas el verano está más asociado al ocio y la diversión con las amistades y el invierno a la familia, la responsabilidad y la calma", explica la experta. Pero como todo, siempre depende de cada persona, de cada contexto.

O como dice y concluye Congost, "está claro que, como en todo, hay de todo, pero lo que sí es cierto -y está comprobado- es que el mes en el que hay más nacimientos es en septiembre, así que, que cada uno saque sus conclusiones". Así, este pasado 2021, fueron julio y septiembre los meses donde mayor número de nacimientos se concentraron, con más de 30.000 en cada uno de los meses. Eso sí, fue en 2021 donde la natalidad en España cayó a su cifra más baja, con un total de 336.247 nacimientos. Lo mismo ocurrió también en 2019 (el año anterior a la pandemia y donde hubo un total de 360.617 de nacimientos): fueron los meses de julio, septiembre y octubre donde más niños y niñas vinieron al mundo, con más de 31.000.

Veamos si este año vuelven de nuevo vuelven a proliferar los nacimientos o si, simplemente, que no es poco, el otoño llega con ganas de enamorarnos o de comprometernos en una relación más seria. ¿Tenemos ganas de 'cuffing season'?