El 'breadcrumbring' es algo así como un sí pero no, un te quiero pero sólo a ratos y a veces. Un día estoy bien contigo y al otro desaparezco. Que hoy estoy pero mañana no. Y así como los 'ojos del Guadiana', ese comportamiento constante de ida y vuelta, va minando la paciencia y la autoestima de quien lo sufre.
Porque cuando tú conoces a alguien y la cosa va bien, la relación fluye y no va a trompicones. Cuando ese alguien con el que estás empezando a salir o a conocer te hace 'breadcrumbring', te está dando esas 'migajas emocionales' (más o menos podríamos traducir así el término anglosajón) para que cuando no esté, para que en ese tiempo que desaparece de tu vida, no puedas olvidarlo ni desengancharte.
"Realmente, el 'breadcrumbring' es una forma de seducir que engancha y que genera mucho malestar en la persona que lo sufre y lo recibe", explica a laSexta.com Emma Ribas(@emmaribas_psicologia), doctora en Psicología, sexóloga clínica, experta en mindfulsex y autora del libro'Mindfulsex. El sexo que revolucionará tu vida'.
El 'breadcrumbring' es una forma de seducir que engancha y genera mucho malestar en quien lo sufre
Así, añade, "es una manipulación en la que esa persona juega contigo dándote esas migas emocionales para que no la olvides cuando no está. Es decir, da lo mínimo y lo justo para que sigas pensando en ella y en la relación que tenéis". Porque cuando estáis juntos todo parece perfecto. Pero de repente, se va. Y luego vuelve. Y así, todo el rato. Y no, no es tu culpa. "Porque precisamente genera enganche porque crea esperanza, porque esa persona vuelve y te hace creer que todo es posible, que sí podéis tener una relación y ser pareja. Y al final, esa esperanza es la que te hace esperar y buscar lo bonito de esa historia porque por momentos sí lo tienes", señala.
La persona que lo hace, la persona que hace 'breadcrumbring, "lo hace para nutrir su ego, una falsa autoestima, y genera un vínculo traumático por esa falta de compromiso que genera dependencia debido a lo imprevisible", explica Ribas.
En psicología, el 'breadcrumbring' responde a lo que llamamos "refuerzo intermitente que es, en este contexto, un refuerzo que establece un trato ambivalente y confuso por parte de la pareja o persona a la que estamos empezando a conocer, con comportamientos de ida y venida, de estoy/no estoy, y te doy/te quito, sin coherencia ni control, que generan un enorme malestar, confusión", señala Laura Palomares, psicóloga y directora del centro Avance Psicólogos (Madrid).
Y todos esos sentimientos y emociones que vivimos, ese malestar y esa confusión, añade esta experta, "es lo que denominamos, también, indefensión aprendida, es decir, un estado de confusión y desesperanza en el que la persona entra cuando siente que haga lo que haga no tiene control sobre la situación. Por ello, cuando pasamos mucho tiempo en este estado, "podemos mantenernos a la espera de que la otra persona con la que estamos, decida darnos atención, abandonándonos así a sus deseos, aunque éstos sean imprevisibles y carentes de alguna lógica".
Y de ahí viene y aparece, por tanto, la elevada ansiedad y toxicidad de este tipo de enganche que no sólo es emocional sino también físico: "Cuando la otra persona decide volver a prestarnos atención, nuestro cuerpo genera un chute de hormonas y neurotransmisores que nos generan un efecto de aparente subida del ánimo e incluso euforia, que volverá a bajar de golpe y porrazo en cuanto decida, de nuevo, soltarnos sin previo aviso", expone la especialista en psicología.
Cómo olvidarte de esa persona que sólo te da 'migajas'
Una de las cosas que debemos tener claro es que "cualquier vínculo afectivo basado en la ambivalencia o en ambigüedad, establece apegos inseguros tremendamente dañinos y desorganizados que por salud, debemos evitar", afirma Palomares.
Por ello, es fundamental olvidarnos de esa persona, pasar página y terminar con esa historia que no va a ningún lado y que lo único que nos hace es daño. Sabemos que no es fácil. Pero debemos hacerlo. Por nuestra salud y por nuestra dignidad.
Cualquier vínculo afectivo basado en la ambivalencia o en ambigüedad, establece apegos inseguros tremendamente dañinos y desorganizados que, por salud, debemos evitar
El primer paso es sin duda, aceptar lo que estamos viviendo, es decir, saber que nos están haciendo 'breadcrumbring', que esa persona no quiere nada con nosotros. Abrir lo ojos y verlo. Vamos, un 'amiga, date cuenta'. "Lo más importante es detectarlo, tomar conciencia de dónde estamos y lo que está pasando. Es clave. Hay personas que se autoengañan y lo normalizan", sostiene Ribas.
Debemos saber también que "estar enganchado/a no es sinónimo de amor y mucho menos de un afecto sano, sino de vínculo inseguro y obsesivo, que puede hacernos creer que la culpa es nuestra", añade Palomares. Cuando realmente no es así. Y por otro lado, "una relación tan confusa e insegura ¿qué puede ofrecernos? Por ello, el hacernos esta pregunta puede ayudarnos a tomar perspectiva y prepararnos para soltar".
En segundo lugar, una vez hayamos tomado conciencia, hay que pasar a la acción. Y la clave es: tener contacto cero con esa persona. Cero. "Es importante desengancharse evitando por completo el contacto, ya que cualquier comunicación con esa persona será ambigua y confusa con tal de no soltarnos del todo aunque no quiera nada", aconseja Palomares. Ni en redes sociales ni en nada. Contacto cero.
Y mientras, en tercer lugar, debemos hacer un trabajo muy personal de mirar dentro de nosotros, de recorrer nuestras heridas. Y esto va a depender mucho de quién sea la otra persona: si ya llevamos tiempo con ella o la estamos empezando a conocer.
Según explica Ribas, si acabo de conocer a esa persona, una de las cosas que tengo que replantearse es el porqué me sucede esto con una persona que acabo de conocer, el porqué me está haciendo daño cuando realmente no la conozco tanto. "Ver qué heridas se me están activando para que me esté haciendo daño. Es importante hacer ese trabajo y ver que la persona no quiere realmente estar contigo del todo y que es mejor soltar esa historia que me hace daño".
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En el caso de que lleve tiempo con esa pareja y con esa historia de ida y vuelta en la que seguramente ya esté atrapado/a, seguramente vamos a necesitar más ayuda porque la autoestima se nos habrá ido minando mucho más. En ese caso, es fundamental -y con mayor motivo- cortar de cero con esa persona y reparar también en nuestras heridas: "Qué está pasando para que esté tanto tiempo así, darme cuenta de dónde estoy metido/a y si es preciso, buscar ayuda profesional; ya que en este tipo de historias tan largas muchas veces, lo que más vale es la ayuda externa y profesional", concluye la experta.