Cada vez más personas van al psicólogo/a y sobre todo cada vez más se habla sin tabúes y con normalidad de ir a terapia. Sin embargo, aún quedan tabúes y techos por derribar. Hay personas que todavía por temor o vergüenza no se atreven aún a ir a un profesional. Si aún tienes dudas, te ofrecemos una serie de razones para dar al fin ese paso y cuidar y proteger tu salud mentaly/o bienestar emocional.

Es cierto que hay pocos psicólogos en el Sistema Nacional de Salud, que se necesitan muchos más y que acudir a uno/a privado conlleva un coste que a veces es complicado de pagar, pero la salud mental es una parte fundamental de nuestra vida, al igual que también lo es la física.

"Entre todos tenemos que aportar para poder eliminar el estigma: hablar abiertamente sobre la salud mental y el tratamiento psicológico en vuestro círculo social. Cuanto más se hable de ello, menos estigmatizado estará. Te puede llegar a sorprender cómo cuando alguien en un círculo habla por primera vez del tema contagia a más personas que se animan a contar sus experiencias o la de personas cercanas", afirma a laSexta.com Alfonso Méndez, psicólogo del Instituto Centta.

De hecho, una de las cosas que ayuda a romper los prejuicios y a normalizar la situación es contar que vamos al psicólogo/a. Tal como explicaron en este articulo Por qué decir que vamos al psicólogo (y a terapia) puede liberarnos de muchos miedos e inseguridades las psicólogas Marina García y Cecilia Martín (Instituto Psicode) y Rosana Pereira (Haztúa Psicólogos), "compartir las cosas que nos pasan, en cierto modo nos libera. Y en este caso, "decir 'yo voy al psicólogo' no sólo ayuda a quitar el estigma social y a fomentar el cuidado de nuestra salud mental sino que ayuda sobre todo a la persona que tiene el problema".

Por eso, es tan importante -apuntaban las psicólogas- que personas famosas cuenten su experiencia con la terapia, porque es un modo de normalizar algo que le pasa a mucha gente, porque seguramente lo que te ocurre a ti, también le pasa a muchísimas otras personas, que no estamos solos en esto. Que todos/as necesitamos cuidar nuestra salud mental, más en algunos momentos de la vida.

No obstante es cierto que "la superación de las barreras culturales y los estigmas en torno a la salud mental lleva tiempo, pero con comprensión, apoyo y educación se pueden derribar estas barreras y permitir que más personas accedan al tratamiento psicológico que necesitan", señala Méndez, quien a continuación nos expone algunas recomendaciones para animar a las personas que saben que necesitan acudir a terapia pero no terminan por decidirse. Tres son las claves esenciales.

Tres claves y consejos para decidirte

1. Buscar ayuda profesional es un acto de valentía y amor propio

Una de las claves más importantes es comprender la importancia de educación sobre salud mental: "Comprender que buscar ayuda de un profesional de la salud mental es un acto de cuidado personal, de amor propio y valentía, no una señal de debilidad. Es muy importante no dejar de lado la idea de que la salud mental proporciona una estructura a nuestra identidad y cómo esta puede influir para mejorar nuestra calidad de vida", explica Méndez, de Centta.

2. Comprender el trabajo que se hace en terapia

Otras razones por la que al fin decidirte, si crees que realmente necesitas ayuda profesional, son la de comprender el trabajo que se realiza en terapia y el que en particular realiza el/a profesional. Éste último consiste en "establecer las bases de escucha atenta a la persona y ofrecerle un apoyo absolutamente incondicional. A veces, simplemente saber que alguien está dispuesto a escuchar y entender puede ser alentador", sostiene el experto; pero también es importante saber que no todos los profesionales trabajan igual, es importante adaptarse siempre a la persona.

3. Busca alguien que te acompañe en la primera sesión

Y en tercer lugar, otra de las razones que puede animarte es, tal como asegura Méndez, "buscar a alguien de tu absoluta confianza para que haga contigo ese primer acompañamiento: seguramente te sientas más cómodo/a si algún amigo o familiar cercano se ofrece para acompañarte en tu primera cita con el psicólogo/a".

Y en el caso de sentirte con la confianza suficiente, puedes comenzar con dar pequeños pasos. "Por ejemplo, por investigar terapeutas en línea, visitar varias páginas webs, intentar hacer una llamada telefónica inicial o programar una primera consulta sin compromiso. A veces la búsqueda de apoyo psicológico es un proceso gradual y no de un día para otro", añade el especialista.

La terapia no se consigue en dos días

Otro de los aspectos más importantes a la hora de empezar una terapia es saber que la solución no se consigue en dos días y que muchas veces notarás que no avanzas o que de nada está sirviendo ir. Por ello, es importante tener en cuenta que la terapia es un proceso que necesita su tiempo para asentarse y ver los resultados.

Como explica Méndez, "la terapia es un proceso profundo, personal e íntimo, por lo que se le presupone una evolución gradual y que, a menudo, lleva tiempo antes de que una persona comience a percibir los primeros resultados. Recordar que la terapia es un proceso individual y que cada persona progresará a su propio ritmo".

Algunas de las claves a tener en cuenta en este sentido son:

  • La relación con el psicólogo/a, algo que conlleva un cierto tiempo para sentirse completamente bien.
  • Una mejora en lo personal requiere práctica y paciencia.
  • Muchas veces no somos conscientes de nuestros pequeños avances: "Prestar atención de una forma objetiva nos ayudará a identificar esos pequeños avances y mejoras en la vida cotidiana. A veces, son cambios sutiles, pero significativos, como una mayor claridad mental o una mejor gestión del estrés".

Y la última clave en este sentido, merece una mención especial: las expectativas con las que vamos a terapia: "Es muy importante hacer un ajuste de nuestras expectativas y que estas sean realistas. Las terapias no son soluciones rápidas, como tomar una pastilla. Al igual que una lesión física no se cura de inmediato, las heridas emocionales y mentales también necesitan tiempo para sanar y tener conciencia de ello nos puede ayudar a recrear un escenario distinto al que puede llegar a ser", finaliza Méndez.