Los contratiempos del día a día, el trabajo, los asuntos familiares o los problemas de salud que, por desgracia, nos acechan, pueden suponer un cansancio y agotamiento mental que comenzamos a notar a veces, demasiado tarde, en forma de estrés. Pero el cuerpo es sabio y nos va diciendo con determinadas señales cuándo es el momento de parar y de darnos un respiro. Por nuestra salud mental, a veces debemos decir 'no' y poner límites, ya sea en el trabajo o en nuestra vida personal.
Es cierto que a veces no podemos decir 'no' o no tenemos tiempo para parar cuando queremos porque las vacaciones aún están lejos o porque podemos perder el trabajo. Sin embargo, debemos "intentar siempre hacer un equilibrio entre familia, amigos, trabajo, descanso, ocio y demás áreas personales de la vida", afirma a laSexta.com Ana Gómez Peña, psicóloga General Sanitaria del Instituto Psicológico Cláritas.
Y conseguir ese equilibrio, "no siempre es fácil de hacer ya que dependerá bastante de la situación personal de cada uno/a. Por eso es imprescindible, poder parar a veces para organizarnos, planificarnos y tomar distancia de nuestra vida para poder volver a arrancar", añade y explica la experta.
En primer lugar, "poner límites será algo fundamental para poder tener una buena salud mental", argumenta Gómez Peña. Ya que ayudará a poder desconectar de la fuente de estrés y centrarse en algo más positivo que alivie nuestros síntomas de cansancio y agotamiento". Y en segundo lugar, será imprescindible ajustar expectativas y ver cuáles son mis prioridades: "esto nos ayudará a poner límites a aquellas cosas que nos generan malestar".
- Poner límites, para tener una buena salud mental
- Ajustar expectativas y pensar cuáles son mis prioridades
En ocasiones, para poder ajustar ese equilibrio y esas expectativas, es necesario pedir ayuda, tanto en lo laboral como en lo familiar. Muchas veces las personas no decimos cómo nos encontramos o qué situación estamos viviendo por miedo a ser criticados o que piensen que no somos buenos trabajadores o buenos padres y madres con nuestros hijos/as. Y nada más lejos de la realidad.
"Tenemos que empezar a entender que somos personas (y no máquinas) y como tal, nos equivocamos, nos frustramos y no siempre vamos a poder con todo nosotros solos", afirma esta profesional. Además, debemos saber o recordar que pedir ayuda no es signo de debilidad sino de inteligencia y de mucha valentía.
Las señales que dirán y nos ayudarán a saber parar
"Identificar las primeras señales puede ser algo fundamental para que ese agotamiento no vaya a más, y pueda convertirse en un trastorno mucho más grave que pueda llegar a incapacitarte", asegura Gómez Peña. Por ello, ante estas señales que enumeramos a continuación deberíamos empezar a parar antes de que ese cansancio y agotamiento vaya a más.
1. Primeros signos físicos
Normalmente, explica esta especialista, "los primeros síntomas que encontramos suelen ser físicos: mucho cansancio, dolores de cabeza frecuentes, problemas intestinales o incluso 'pillar' varios resfriados seguidos, ya que las defensas bajan ante niveles muy elevados de cortisol, la hormona del estrés.
2. Señales de carácter comportamental
Tras esos primeros síntomas físicos de cansancio, dolores de cabeza, etc. se puede comenzar a observar consecuencias conductuales tales como "un aumento en sustancias adictivas como el tabaco, café o el alcohol, desorganización, ausentismo laboral o aislamiento social, incluso también encontramos abandono de uno mismo hasta el punto de dejar de lado hábitos de higiene como ducharse", enumera.
3. Señales de alteración emocional
"Y casi de forma paralela, encontramos alteraciones emocionales", explica Gómez Peña. Así, es frecuente la aparición de miedos intensos, ansiedad con mucha autoexigencia e ira descontrolada o exagerada. Por último, el eslabón final de todo ese agotamiento será "la depresión, en algunos casos pudiendo finalizar en suicidios". Por ello, es importante tener en cuenta todas las señales para saber cuándo debemos parar y darnos un respiro más o menos largo.
4. Señales de carácter cognitivo
Por último, también solemos observar señales a nivel cognitivo, tales como muchas pérdidas de memoria, desorientación en el tiempo y el espacio (cosas que antes no estaban o no lo estaban tanto y tan frecuentes), falta de motivación y expectativas, aumento del criticismo y a veces cambios bruscos en la personalidad.
8 consejos para gestionar mejor el estrés del día a día
Por último, la psicóloga Gómez Peña nos ofrece una serie de consejos que nos ayudarán, si los seguimos, a gestionar mejor el estrés del día a día y a llegar a las vacaciones de verano mucho más relajados y sin tanto estrés. Es importante tener tiempo para nosotros/as mismosy sobre todo saber desconectar del trabajo cuando hay que hacerlo y respetar nuestros horarios y autocuidados.
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- Respetar los horarios de comidas, dejar tiempo para que te dé tiempo a sentarte y poder disfrutar de la comida de forma distendida.
- Cuidar el sueño, tanto las horas durmiendo, mínimo de 7 horas, como la calidad del sueño, en un ambiente limpio y cuidado
- Pasar tiempo al aire libre y hacer deporte, te ayudará a desconectar de las presiones del día a día.
- Hacer pausas.
- Durante el día y en la rutina muchas veces, ponemos el piloto automático y no paramos; buscar entonces momentos de relajación ayudarán a tener una mayor concentración y energía.
- Respetar el tiempo libre, cuidado con tender a trabajar en los momentos de ocio con el fin de sentirnos autorrealizados o incluso no despegarte nunca de la familia por miedo a que pueda pasar algo si no estás.
- Desconectar de aparatos electrónicos. Las constantes actualizaciones y noticias del mundo, nos sobrecargan más de lo que creemos, el estrés digital es cada vez más popular en nuestra sociedad y nos aleja de la realidad y de las personas que, en ese momento, tenemos a nuestro lado.
- Adquirir nuevos pasatiempos o tener experiencias nuevas nos dará una nueva visión del mundo, así como nuevas oportunidades de tener más reforzadores.
- Realizar actividades sociales, esto ayudará a que la persona se sienta más cómoda para hablar de los problemas que tenga en el día a día, así como pasar tiempo de calidad con nuestros seres más queridos.
A veces, hay que parar para coger impulso y nuevas fuerzas que nos hagan seguir trabajando mejor y sobre todo, viviendo mejor. Salvaguardando siempre nuestra salud mental y emocional.