Cientos de refugiados alojados en el campamento de la localidad griega de Kátsikas han dejado ese lugar y se han asentado en el parque del pueblo más cercano como protesta por el retraso de su traslado a instalaciones adecuadas.

Según los refugiados, la Agencia de la ONU para los Refugiados, ACNUR, les habría prometido su traslado a apartamentos en los alrededores de Ioannina, una ciudad próxima a Kátsikas, antes de la llegada del invierno pero en la última reunión celebrada se les comunicó que los pisos que han sido adquiridos necesitan reformas, lo que retrasará su salida.

En un comunicado que han repartido entre los ciudadanos del pueblo, los refugiados explican que han decidido abandonar el campo para presionar a ACNUR y que no regresarán por las "peligrosas condiciones".

Beatriz de Torres, que lleva una semana como voluntaria en el campamento, ha confirmado que las condiciones en el campamento no son buenas. Como ejemplo, ha citado el hecho de que las tiendas de campaña no están aisladas y lo único que las separa de la tierra son una base de piedra.

Los refugiados han colgado una pancarta en el parque del pueblo donde se puede leer la frase "Salvad a nuestros niños del frío invierno. Ocho meses de promesas vacías. Queremos un alojamiento apropiado ahora. Las mentiras de ACNUR nos han traído aquí". Algo más de 8.000 personas viven a cargo de ACNUR en Grecia.