Los trabajadores de Eulen aplauden a los compañeros encargados de los servicios mínimos. Es el tercer día de huelga indefinida de un conflicto que ahora se extiende a los aeropuertos de Valencia y Alicante, donde es Prosegur la encargada del control de accesos.

Los paros podrían ser el último fin de semana de agosto y coincidir así con los convocados en los aeropuertos gallegos.

En Madrid, tras una reunión de casi tres horas, el comité de empresa de Eulen ha decidido no secundar, de momento, la huelga en Barcelona.

Pero los sindicatos advierten de que no dar una solución global al problema de la seguridad privada tendrá consecuencias.

Los trabajadores de AENA prevén también ir a huelga el 15 de septiembre si sus reivindicaciones salariales no son atendidas.

Hoy en el Prat son otros los que piden más sueldo. La directora del aeropuerto negó que los trabajadores de Eulen cobrasen 900 euros. Las nóminas que nos hacen llegar los empleados dicen lo contrario.

El sueldo de un trabajador con los complementos de peligrosidad, transporte y vestuario son 978 euros incluyendo horas extra. Otro, que trabaja por la noche, hace 23 horas de más y apenas supera los 1.000 euros. Salarios de una compañía que en 2016 ingresó casi 200 millones de euros.