SALAMANCA
Palacio de los Águila de Ciudad Rodrigo: ¿Sabías que una reina de Inglaterra se hospedó en este lugar?
Viajamos a Ciudad Rodrigo para conocer la historia que hay detrás de uno de sus grandes símbolos: el Palacio de los Águila.
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Ponemos rumbo a la provincia de Salamanca, concretamente a Ciudad Rodrigo. Es el momento más que perfecto para conocer la historia que hay detrás del conocido como Palacio de los Águila. Eso sí, hay que tener en cuenta que a esta edificación también se le llama Palacio del Príncipe (por el matrimonio de don Íñigo de Mendoza y doña Ana de Águila) o Palacio de Altares (tras recaer, por herencia, en manos de los Bernaldo de Quirós).
Las obras de este Palacio se llevaron a cabo entre los siglos XVI y XVII, siguiendo las órdenes del Capitán don Antonio del Águila. Era uno de los personajes históricos más reconocidos de la zona, ya que no solamente era alférez mayor sino que, además, también era alcaide del castillo de Ciudad Rodrigo.
Con posterioridad, fue su hijo don Antonio del Águila, obispo de Zamora, quien decidió dejar un legado para poder dar por terminadas las obras de esta edificación. Es importante tener en cuenta que aunque fue Hernando de Güemes quien inició las obras, a lo largo del proceso de construcción formaron parte de él diversos arquitectos. Al fin y al cabo, estábamos ante una obra verdaderamente impresionante.
De hecho, es el Palacio que mayores dimensiones tiene de Ciudad Rodrigo. De la primera etapa de la construcción tenemos la portada, de estilo renacentista aunque con cierta influencia de estilo gótico. No podemos dejar de mencionar los escudos de armas, donde destacan las figuras de un león y un águila. Se trata de dos símbolos de este linaje.
Uno de los puntos fuertes de este Palacio de los Águila de Ciudad Rodrigo lo encontramos en su patio de estilo plateresco. En su gran cantidad de columnas podemos ver los escudos de los diversos linajes. Algunos de la parte frontal de ese patio son de casas derruidas que pertenecían a los mayorazgos de Vázquez y Centeno, y cayeron en manos de los Águilas por diversas uniones matrimoniales.
Uno de los datos más curiosos de este Palacio de los Águila es que, en 1692, sirvió de hospedaje a la reina de Inglaterra, en su viaje hacia Portugal. Otra información a tener en cuenta es que, en la capilla de este Palacio, estuvo el calvario que don Antonio del Águila, como obispo de Zamora, encargó a Juan de Juni para que presidiera su capilla del convento de San Francisco. Un elemento que se trasladó hasta este mismo punto durante la Guerra de la Independencia y que permaneció en este lugar hasta 1999. En ese instante, el Ministerio de Cultura decidió adquirirlo.
Es importante saber que en 1969, el Palacio de los Águila fue declarado Monumento Histórico Artístico, y que se procedió a su restauración en el año 2000. Los últimos dueños de este Palacio fueron los Bernaldo de Quirós, quienes vendieron el edificio a Caja Duero en 1999. El banco lo cedió al Ministerio de Cultura, que promovió la utilización del Palacio no solamente como sala de exposiciones, sino también para realización de diversas actividades de carácter cultural.
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