Waitomo y Ruakuri, las espectaculares cuevas de la Tierra Media

Si eres un fan fatal de El Señor de los Anillos y El Hobbit, no importa lo lejos que está Nueva Zelanda -que viene quedando, aproximadamente, en nuestras antípodas- antes o después tendrás que volar hasta esas tierras porque son las que dan lugar y escenario a la representación cinematográfica de estas dos fantásticas historias. De entre tanto como descubrirás en un país de una belleza natural impactante, hoy nos quedamos en las dos cuevas que, si ya eran admiradas antes de su aparición en la gran patalla, ahora son además mundialmente famosas y, la verdad, es que no es para menos. Se trata de dos lugares únicos en el mundo que nada tienen que ver con otras cuevas en las que hayas podido adentrarte, fue precisamente por eso por lo que fueron elegidas para ser inmortalizadas por Hollywood. ¿Imaginas un cielo estrellado en la profundidad de una cueva? eso es lo que descubrirás en Waitomo Glowworm Caves aunque no son estrellas lo que brilla sino pequeñas luciérnagas; podrás navegar el río subterráneo que discurre bajo el manto luminoso que crean estas luciérnagas, descubrirás además la historia natural y cultural de estas cuevas mucho más allá de El Señor de los Anillos y El Hobbit. La existencia de esta cueva era conocida desde siglos atrás pero no fue hasta el XIX que un par de exploradores -Tane Tinorau y Fred Mace- se decidieron a adentrarse en ellas y explorarlas en toda su profundidad; lo primero que descubrieron, navegando en una pequeña balsa e iluminándose únicamente por unas velas, fue la cavidad en cuyo techo lucían las luciérnagas reflejando su luminosidad en el agua, una escena que impactó sobremanera a ambos exploradores y que tampoco a ti te dejará indiferente. Tane y Fred abandonaron su balsa y se adentraron a pie más allá de la gruta de las luciérnagas para no salir de su asombro ni cuando abandonaron la cueva porque la decoración natural de los niveles más bajos de la cueva es igualmente impactante. Waitomo Glowworm Caves permanecen abiertas todos los días del año desde las 9 de la mañana hasta las 5 de la tarde e inician tours de 45 minutos de duración cada media hora; para adentrarse en estas cuevas sólo es necesario calzado cómodo y una chaqueta porque en su interior la temperatura es baja incluso en verano. Ruakuri es una cueva explorada desde hace más de 400 años y es la más larga e impactante de las cuevas neozelandesas y del mundo; la espectacularidad comienza con una bajada en forma de caracol y continua a través del recorrido de kilómetro y medio y dos horas de duración -hora y media bajo tierra- bajo una decoración natural de estalactitas y estalagmitas en piedra caliza que es toda una obra de arte de la naturaleza. Esta cueva es además accesible para sillas de ruedas y de bebés, no así la de Waitomo. Las visitas guiadas en Ruakuri se ofrecen todos los días del año desde las 9 de la mañana hasta las 3,30 de la tarde, se forman únicamente 7 grupos al día. Además, ya que te has cruzado el mundo para llegar a la Tierra Media, no puedes abandonarla sin visitar una cueva más, Aranui, formada tras un movimiento sísmico, te dejará anonadado mirando a su techo porque está plagado de estalactitas formadas por el agua de lluvia que intentaba colarse en ella y acabó formando un bellísimo espectáculo de cristales de piedra caliza de color blanco, rosa y marrón claro. Ten en cuenta que, si quieres visitar las tres cuevas -opción que, sin lugar a dudas, te recomendamos- puedes optar por contratar el tour combo que incluye la visita a Waitomo, Ruakuri y Aranui; este triple combo, que supone un tour de unas 5 horas de duración, ronda los 163 dólares para los adultos y 68 para los niños de 4 a 14 años; ten en cuenta que podrás beneficiarte de precios familiares. La Tierra Media te espera en toda su profundidad en Nueva Zelanda porque, además, si quieres hacer de los escenarios de El Señor de los Anillos y El Hobbit, la guía de tu viaje, puedes; se trata de un tour de dos días que comienza en Auckland y termina en Wellington que incluye la visita a los sets de rodaje de las películas y, por supuesto, a las cuevas de Waitomo y Ruakuri.