PORTUGAL
Plaza Pedro IV de Lisboa: su antiguo nombre y los hechos históricos que ha presenciado
Viajamos hasta Lisboa, la capital de Portugal, para conocer la impactante historia que esconde uno de sus rincones más significativos: la Plaza de Pedro IV.
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Es el momento más que perfecto para poner rumbo a Lisboa, la capital de Portugal. Estamos ante un lugar absolutamente mágico que se ha convertido en uno de los grandes destinos de moda en Europa. ¡Y no es para menos! Llama poderosamente la atención por sus monumentos, construcciones y rincones. No te deja absolutamente indiferente.
Una de las zonas más visitadas por los turistas y, por ende, más fotografiada es la Plaza de Pedro IV. Conocida a su vez por Rossio, su antiguo nombre, estamos ante una de las plazas más significativas que se encuentran en el centro neurálgico de la capital de Portugal. ¡Y desde hace varios siglos!
Debemos tener en cuenta que, precisamente por su gran importancia a nivel cultural y por su localización, en ella se celebraron un gran número de festivales y desfiles militares, pero también hubo juicios y hasta autos de fe durante la época de la Inquisición. Pero otra etapa a destacar es la romana, ya que en este mismo lugar hubo un circo.
La Plaza de Pedro IV de Lisboa, a través de su historia
Para comenzar debemos saber que, originalmente, esta zona era nada más y nada menos que un barranco. Algo que quedó en el pasado ya que en el Siglo xv se decidió rellenarlo. Esto hizo posible que, alrededor, se erigieran un gran número de edificios. Un claro ejemplo lo encontramos en el Palacio de los Faros, que quedó destruido en 1755 como consecuencia del Terremoto de Lisboa.
En ese mismo lugar encontramos el conocido Teatro Nacional Doña María II (erigido entre 1842 y 1846) y la estación de Rossio (1891). Como consecuencia del mencionado Terremoto, esta Plaza de Pedro IV se reconstruyó, siguiendo al pie de la letra el proyecto que había elaborado Carlos Mardel. Así pues, el espacio pasó a tener unas medidas de 166 metros de largo y 52 metros de ancho.
Como dato curioso, debemos saber que hasta 1836, esta Plaza era conocida como “Praça do Rossio”. A mediados del siglo XIX, al ser conscientes de que este lugar se había convertido en uno de los grandes centros neurálgicos de la ciudad, se decidió adoquinarlo con mosaicos negros y blancos, que formaban dibujos. Algo que no fue casualidad, ya que se buscó seguir esos patrones del típico empedrado portugués.
Es más, fue uno de los primeros diseños de estas características que se utilizó para decorar el pavimento de Lisboa. En la actualidad, esta Plaza de Pedro IV sirve, sobre todo, para llevar a cabo encuentros políticos. Además, todas esas históricas construcciones que se erigieron alrededor a ella, ahora son cafeterías y tiendas de recuerdos, así como joyerías.
Lejos de que todo quede ahí, no podemos dejar de mencionar la estatua que hay mitad de la Plaza que, como no podía ser de otra manera, es de Pedro IV, conocido por ser el primer emperador del Brasil independiente. Por si fuera poco, en su base hay cuatro figuras femeninas que representan, precisamente, las cualidades de don Pedro. Estamos hablando, cómo no, de la fuerza, la sabiduría, la justicia y la moderación. ¡No le falta detalle!
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