JARDINES

Un paseo por Kawachi Fuji Garden, el túnel de glicinas más mágico de Japón

La glicina, llamada también wisteria, es una planta trepadora de la que nacen preciosos racimos colgantes de flores, normalmente de tonos lilas o morados. Y en Japón, concretamente en la tranquila colina de Kitakyushu, se esconde un lugar que guarda en secreto todavía para muchos un increíble túnel cubierto de ellas.

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Hablamos del Kawachi Fuji Garden, un precioso y mágico jardín en el que se puede vivir una de las experiencias florales más bonitas del país. Cada primavera, su túnel de glicinas deslumbra a locales y visitantes que recorren este jardín privado que ya tiene fama internacional.

En total, más de 150 glicinas de diferentes especies florecen entre abril y mayo, llenando el lugar de una explosión de lilas, rosados y morados, que quedan salpicados por las plantas de color blanco que son las que menos abundan, pero gustan por igual. Las glicinas cuelgan en cascada creando arcos vegetales y los visitantes caminan bajo su cobijo, atravesando un lugar de ensueño.

Glicinias
Glicinias | Pixabay

El Túnel de las Glicinas, también conocido como Wisteria Tunnel, es el punto culminante de la experiencia. La estructura tiene unos 80 metros y está cubierta por flores que se descuelgan como si de cortinas se tratase. Unas cortinas floreadas, preciosas, coloridas y aromáticas que cautivan a todo aquel que se les acerca, pues crean un efecto visual y olfativo casi hipnótico.

No obstante, aunque este túnel sea el mayor reclamo del jardín, el Kawachi Fuji tiene mucho más que ofrecer. Allí hay senderos tranquilos que discurren entre árboles frondosos, colinas que hacen las veces de mirador y permiten contemplar el jardín desde las alturas, además de multitud de rincones diseñados para el descanso y la fotografía.

Glicinias. Japón
Glicinias. Japón | Pixabay

Porque este lugar no es solamente un espacio para los amantes de la naturaleza, sino que también podrán disfrutar de él los amantes de la arquitectura. Allí, en el Kawachi Fuji, conviven las flores con la arquitectura tradicional japonesa, y debes saber que el contraste es difícil de describir con palabras.

Además, es importante saber que el aspecto del jardín cambia a la vez que lo hacen los meses del año. Así, si en primavera florecen las glicinas, en otoño todo adquiere tonos rojos y dorados que generan un paisaje totalmente distinto.

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