AZERBAIYÁN

Descubre el Ateshgah de Bakú, el “Templo del fuego” que esconde la capital de Azerbaiyán

Viajamos hasta Azerbaiyán para conocer todos los detalles del Ateshgah, llamado popularmente “Templo del fuego”.

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Es el momento más que perfecto para poner rumbo a la capital de Azerbaiyán, y dejarnos llevar por una de las construcciones más sorprendentes y significativas que podemos encontrar en Bakú. Nos referimos, como no podía ser de otra manera, al Ateshgah. Popularmente conocido como Templo del Fuego, se trata de una construcción religiosa con forma de castillo.

Poco a poco, y con el paso del tiempo, se ha convertido en una de las edificaciones más misteriosas que podemos encontrar en Azerbaiyán. No solamente llama poderosamente la atención por su belleza y singularidad, sino también por su historia, reflejada en cada inscripción que podemos encontrar en este precioso templo.

El Ateshgah de Baku, a través de su historia

Por lo que se puede saber debido a las inscripciones indias y persas, este templo fue utilizado como lugar de culto tanto zoroástrico como hindú. De hecho, en persa, “Atash” significa fuego. Este conjunto pentagonal fue construido entre los siglos XVII y XVIII. A pesar de todo, a finales del siglo XIX, fue abandonado debido, a buen seguro, a la disminución de la población local.

Es importante señalar que la llama eterna natural se apagó en 1969. Además, tras casi un siglo de explotación de gas y petróleo en la zona, ahora está encendida por gasoductos de la ciudad que se encuentra en las inmediaciones. No podemos dejar de mencionar que el Ateshgah de Bakú llegó a ser utilizado como centro filosófico, pero también de peregrinaje de zoroastrianos del subcontinente indio noroeste. Todos ellos estaban inmersos en el comercio con la zona del Caspio a través de la conocida ‘Grand Trunk Road’.

Ateshgah Zoroastrian, Templo de Fuego
Ateshgah Zoroastrian, Templo de Fuego | Imagen de Bernard Gagnon, licencia: CC BY 4.0, via Wikimedia Commons

Debemos tener en cuenta que, en su creencia, los cuatro elementos sagrados eran ateshi (fuego), abi (agua), badi (aire) y heki (tierra). Después de 1883, y como consecuencia de la instalación de diversas plantas petroleras en Surakhany, el templo dejó de ser utilizado como lugar de culto. Eso sí, en 1975, pasó a ser un impresionante museo que, cada año, visitan hasta 15.000 personas.

Cabe destacar que, como consecuencia de su importancia histórica, artística y cultural, este Templo de Fuego, en 1998, fue nominado para la Lista de Sitios del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. A mediados de diciembre de 2007, fue declarada reserva histórico-arquitectónica estatal por decreto del Presidente de Azerbaiyán.

¿Merece la pena visitar el Ateshgah?

Definitivamente, sí. Si estás pensando en poner rumbo a Azerbaiyán, no dejes pasar la oportunidad de acercarte ante una de las construcciones más significativas en muchísimos aspectos, puesto que no deja indiferente a nadie por su belleza, su arquitectura y su singularidad. Además, estamos ante un templo que no es excesivamente conocido, por lo que no habrá una masificación de turistas.

Por lo tanto, se trata de un plan verdaderamente perfecto para disfrutar de una parte verdaderamente impresionante de este país. Así pues, te recomendamos que te acerques hasta el lugar donde está situado el Ateshgah para dejarte llevar por el encanto que desprende. Estamos completamente convencidos de que te fascinará y que no te dejará indiferente.

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