JAPÓN
Aokigahara, el tristemente famoso mar de árboles de Japón
Este bosque japonés, ubicado al pie del monte Fuji, es tan denso que llega a bloquear incluso el sonido del viento aunque no es tristemente famoso por ello sino por otras razones más oscuras…

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El de Aokigahara es un bosque histórico de una belleza perturbadora, se trata de un entorno natural junto al emblemático Monte Fuji que guarda, además, no solo una larga historia sino también oscuras leyendas pero empecemos por el principio, un principio que está allá por el año 864 d.C., fue entonces cuando la gran erupción del monte Fuji dejó un flujo de lava sobre el que creció este bosque.
El terreno en el que nace este bosque es por tanto volcánico y muy irregular además de rocoso, tanto que las raíces de los árboles no pueden hundirse demasiado, lo que explica lo retorcidos y entrelazados que están los troncos de esos árboles ¿resultado? Un bosque muy denso que nos regala imágenes sugerentes y misteriosas, algunas parecen incluso irreales; entre esas imágenes y su capacidad para bloquear el viento y el sonido dota a este bosque de una atmósfera muy particular y única que sirve de escenario perfecto para no pocas leyendas, misterios y realidades oscuras.

Por una parte, como sucedía en el bosque transilvano de Hoia-Baciu, cuentan que quienes entran en Aokigahara se desorientan pero la verdad es que hay una explicación científica para este hecho: la composición volcánica del suelo es rica en hierro e interfiere en el correcto funcionamiento tanto de las brújulas como de los dispositivos electrónicos, por eso se han señalizado los senderos con cuerdas y cintas de colores, para que los excursionistas no se pierdan.
Nos gusta llamar a Aokigahara mar de árboles porque suena poético, ahora bien, lo cierto es que en el siglo pasado se hizo popular con otro apodo mucho más oscuro: el bosque de los suicidios; la razón es la que imaginas y tan cierta es que todavía hoy han carteles con mensajes de esperanza y teléfonos de ayuda que buscan disuadir a quienes se adentran en este bosque con el fin de no salir vivos de él.
Hay otras leyendas ligadas a este bosque que tienen, a priori, menos vínculos con la realidad y más con la atmósfera misteriosa de su ambiente: cuentan que en épocas de hambruna había familias abandonaban a los ancianos enfermos e incluso a los niños aquí para morir, de hecho algunos textos populares hablan de ello aunque, cierta y afortunadamente, no han pruebas sólidas que demuestren que esto fuera así.

Siendo Aokiogahara un bosque de ambiente misterioso tenía que ser también algo así como un bosque de los espíritus: cuentan las leyendas locales que este bosque está habitado por los yürei que son fantasmas nipones, son las almas de los muertos que, por la razón que sea, no pueden descansar en paz y vagan por el bosque al caer la tarde, momento en el que no pocos excursionistas han dicho sentirse observados y también han experimentado profundas sensaciones de tristeza que se les antojaban inexplicables.
Más allá de su historia oscura y de sus leyendas, Aokigahara es un parque natural protegido y un destino espectacular para los amantes del senderismo y la fotografía, especialmente en otoño (por el fall foliage) e incluso en invierno porque el contraste de la nieve con con los suelos volcánicos es todo un espectáculo. ¿Cuáles son los rincones de este bosque que, si te animas a recorrerlo, no debes dejar de visitar? El Lago Sai por sus vistas al propio bosque con el Monte Fuji al fondo; la Cueva de hielo de Narusawa y la Cueva del Viento que son dos formaciones naturales en el flujo de lava donde el hielo se mantiene incluso en verano; y por supuesto el Sendero del Mar de Árboles que es el camino oficial (y el más seguro) para los visitantes, un camino que además está salpicado con paneles en los que descubrirás detalles no poco interesantes sobre la geología, fauna y flora de este bosque.
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