PUERTO RICO
Castillo San Cristóbal de San Juan: ¿por qué recibió el nombre de este Santo y por qué es tan importante?
El Castillo San Cristóbal se ha convertido en un elemento indispensable a la hora de conocer la historia más reciente de San Juan, en Puerto Rico.
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Ponemos rumbo hasta la preciosa ciudad de San Juan, situada en Puerto Rico. En ese mismo punto encontramos un gran número de construcciones y monumentos que, desde luego, no dejan absolutamente indiferente a nadie. Un claro ejemplo lo encontramos, precisamente, en el Castillo San Cristóbal.
Se trata de una fortaleza española que se erigió con el fin de proteger la ciudad de ataques terrestres. Nada que ver con el Castillo de San Felipe del Morro, que se encargaba de la protección de ataques marítimos. El Castillo San Cristóbal fue tan importante para el desarrollo de San Juan que, desde 1983, es Patrimonio de la Humanidad.
El Castillo San Cristóbal, a través de su historia
Para comenzar, debemos tener en cuenta que esta fortaleza es considerada como la más grande construida por España en el Nuevo Mundo. ¡Nada más y nada menos! Y es que, cuando terminaron sus obras en el año 1783, tenía una extensión aproximada de unos 27 acres. ¡Espectacular!
Las entradas al Castillo San Cristóbal estaban perfectamente protegidas por dos puertas así como por puentes levadizos. Estaban situados en lo que se conocía como revellín de Santiago y bastión de Santiago. Esta parte fue destruida en el año 1897 para poder facilitar el enorme tráfico que comenzaba a haber en la ciudad.
Respecto al origen de este Castillo, debemos saber que en el año 1634 ya había una primera estructura de carácter defensivo. Era conocido como “el Fortín del Espigón” o, incluso, también se llamaba “la Garita del Diablo”. Tiempo después, concretamente en 1765, San Cristóbal constaba de un hornabeque rodeado por un foso.
Esto provocaba que, inevitablemente, se le diera cierta continuidad a las murallas que había en la ciudad. En el punto más alto podíamos encontrar una plataforma, o también llamada Caballero de San Miguel, en la que se decidió colocar los cañones. Pero ¿por qué el Castillo recibe el nombre de otro Santo como es San Cristóbal?
Sencillo. Por el nombre de la colina en la que se erigieron las principales defensas contra la invasión de la ciudad vía terrestre. Debemos mencionar, a su vez, al Rey Carlos III, que obtuvo la corona en 1759. Años más tarde, concretamente en 1764, ordenó al mariscal de campo y a varios ingenieros que hicieran un fuerte emplazamiento en la isla.
El objetivo era claro: que fuera un lugar absolutamente defensivo puesto que la guerra con Inglaterra parecía inevitable. Una orden que llegó, casi paralelamente, con la toma de La Habana por parte del bando inglés. Entre las tantas reformas y refuerzos que hizo Alexander O’Reilly, mariscal de campo a los mandos de este proyecto, destaca la construcción del revellín de San Carlos. Pero no solamente eso, sino que se encargó de hacer posible la contraguardia de la Trinidad.
El Rey murió en 1788 y, por aquel entonces, las obras prácticamente habían terminado. La efectividad de estas obras se comprobó años más tarde, en 1797, cuando consiguieron evitar que 7.000 soldados ingleses, comandados por Ralph Abercromby, se hicieran con el control de la ciudad de Puerto Rico.
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