José Moreno Alegre fue el sargento de la Guardia Civil fue uno de los agentes que en 1993 trabajó para dar caza al principal sospechoso del asesinato de Miriam, Toñí y Desirée, las tres niñas desaparecidas en Alcasser.

Como explica en la docuserie 'Anglés: Historia de una fuga', cuando llegaron al domicilio familiar de Antonio Anglés empezaron a sospechar que "algo ocurría". Llamaron a la puerta y nadie les abrió, pero dentro "se escuchaban movimientos, había gente dentro". "Habían puesto un tablón detrás de la puerta para que no vibrase al darle golpes", recuerda Moreno Alegre.

Llamaron al timbre una y otra vez, de manera insistente, pero con la misma respuesta hasta que el agente decidió poner algo que presionase el timbre de manera permanente para ver si así se cansaban. Esperaron durante tres cuartos de hora hasta que al otro lado de la puerta apareció José Antonio, el novio de Kelly, la hermana del sospechoso. "Dijo: 'Ya está bien'", abrió la puerta, que estaba atrancada con un palo, y dejó pasar a la Guardia Civil.