El testimonio de un hombre portugués fue clave en la investigación del triple asesinato de Alcàsser para tratar de seguir los pasos al asesino Antonio Anglés. El hombre, politoxicómano, contó a la policía de Lisboa que encontró al asesino huido durmiendo en una barca que él arreglaba. Después de unos días le ofreció cobijo en su casa y allí paso cuatro noches.

"Llegó a decirme que no era necesario que yo trabajara, que tenía mucho dinero. Soy toxicómano y me pagaba todas las dosis que necesitaba", confesó entonces el hombre. Ahí empezó a sospechar y le preguntó si había robado un banco o había matado a nadie. Antonio Anglés, que se hacía llamar Rubén, dijo que no, pero se delató cuando un día en una cafetería apareció su fotografía en el informativo de televisión.

"El criminal se dio cuenta, con total seguridad, de que se trataba de la misma persona. Aunque había cambiado su aspecto y su pelo, nuestro informador se convenció todavía más de que era él, porque Antonio se puso nervioso", recoge el testimonio del inspector de policía judicial de Lisboa Antonio Portel que puede verse en la docuserie 'Anglés: historia de una fuga' el inspector de policía judicial de Lisboa Antonio Portel.