Además, Oli sufre un robo y tiene la mala suerte de cruzarse con su atracador en comisaría, donde éste amenaza con vengarse. Poco después, Oli se entera de que el delincuente está en la calle. Presa del pánico, Oli no se separa de Sebas ni de día ni de noche. Tanto es así, que acaban durmiendo juntos.