A veces cuando uno hace deporte y se sobre esfuerza le puede dar una "pájara", asegura Dani Mateo, que sabe lo que se siente porque cuando hace más de "dos o tres kilómetros andando" suele pasarle. Además, está convencido de que cuando llegas a este momento, en el que comienzas a "sentir el cocido en la garganta", "hay que estar muy motivado para superarlo".

Esto es exactamente lo que le ha sucedido a Juan Antonio Hernández, un triatleta que estaba corriendo un ironman en Gandía y "la criatura pues estaba reventada", destaca Quique Peinado, que observa que "no podía más". Sin embargo, y por suerte, allí estaba su mujer para motivarle: "Has 'bajao'. Tienes que subir un puntito", le recomendaba a su marido derrotado, y culminaba sus ánimos de la siguiente forma: "Venga, va. ¡Peno no llores, gilipollas!".

"¡Qué maravilla de video!", no puede evitar reaccionar, entre risas, Isabel Forner al verlo. "No sé qué tipo de psicología es, pero está claro que funciona porque logró terminar la carrera", observa Quique Peinado. Puedes ver la surrealista forma de Eva María de animar a su marido en el vídeo principal de la noticia. Y tú, ¿cómo habrías reaccionado?

La bonita declaración de amor del triatleta al que su mujer llamó "gilipollas"