Según un informe de 'Save the Children', la obesidad en adultos con renta baja es del 22,37%, mientras que con renta alta es solo el 9,29%. Unos datos que relacionan la obesidad con unos ingresos bajos.

No obstante, y pese a reconocer que los productos ultraprocesados están al alcance de la mano, la nutricionista Alba Ramírez ha asegurado en laSexta Xplica que comer sano no es incompatible con tener bajos ingresos: "La cesta de la compra se ha encarecido para todos, pero comer bien no es incompatible con una renta baja".