En 1942, Sir William Beveridge recibió el encargo de elaborar recetas económicas para cuando terminara la Segunda Guerra Mundial. En su informe, Beveridge estableció los fundamentos de la seguridad social moderna y el estado del bienestar.

De este modo, comparó con gigantes a la enfermedad, a la que habría que combatir con fuertes servicios sanitarios públicos y la ignorancia, contra la que harían falta ambiciosos programas educativos. El objetivo de Beveridge era una cobertura universal del Estado desde la cuna hasta la tumba que sería pagada con los impuestos.

En el vídeo sobre estas líneas, laSexta Columna analiza con Luis Miller, Investigador del Instituto de Políticas y Bienes Públicos, cómo este consenso social que "se produjo en otros momentos históricos no se está produciendo ahora mismo porque a nivel ideológico la división es demasiado profunda".