Cuando cayó el muro de Berlín, muchos oligarcas rusos se frotaron la manos. Las inmensas empresas públicas soviéticas acabaron en manos de unos pocos millonarios, con algunos afianzando su fortuna aupando a Putin.

Hoy, algunos de esos oligarcas están en la lista negra de la Unión Europea por ser cercanos al mandatario ruso. Varios de estos oligarcas ya han pedido que pare la guerra.

En el vídeo, vemos los nombres y los rostros de algunos de ellos, como Vladímir Potanin, Oleg Erikpasa o Roman Abramóvich.