La Política Agraria Común (PAC), pese a ser declarado el enemigo por los trabajadores del campo, se creó tras la Segunda Guerra Mundial precisamente para tener una política europea que solucionara los problemas de abastecimiento de la época, una misión que cumplió.
"La PAC demostró su éxito, de hecho se llegó a producir más, se produjo demasiado y hubo que adoptar mecanismos para controlar la producción. Gracias a la PAC hay agricultura en Europa", explica Ricard Ramón, jefe adjunto en la Dirección General de Agricultura de la Comisión Europea.
Y para adaptarse a los nuevos tiempos, la PAC se volvió a reformar en 2020. Unos cambios que no se aplicaron hasta ahora, el motivo por el que Clara Aguilera, portavoz del PSOE en la Comisión de Agricultura del Parlamento Europeo, considera que ha provocado el enfado de los agricultores ante la falta de tiempo para que los cambios puedan mostrar su efecto: "El agricultor no ha visto lo que es la realidad hasta 2023 y de pronto le cae una PAC nueva con ayudas que tiene que cambiar, y además mucha normativa que ni entiende ni comprende".