Cuanto menos poder económico tiene una zona, más vulnerable es a las amenazas: sufre más víctimas, tarda más en reconstruirse y, cuando lo hace, siente, todavía más, la brecha económica. Es el aprendizaje que se extrajo de los tsunamis de Indonesia en 2004 y de Japón en 2011 y es lo mismo que vemos hoy con el coronavirus.

Visitamos una de esas “Indonesias” durante la pandemia: Puente de Vallecas, en Madrid. Aquí, la mayoría conoce de primera mano la capacidad que tiene el virus de contagiar penurias económicas en barrios humildes.

Muchos tienen cerca esas penurias, quizá por eso la mayoría de los vecinos de este barrio aprueban, bajo control, la llegada del Ingreso Mínimo Vital. Mientras algunos vecinos asegura que es "lo mínimo" para que las personas que lo necesitan tengal al menos para comer, otras señalan que tendrían que haberlo aprobado "hace tiempo".