En 2015, la Selección Femenina se clasificó por primera vez en la historia para un Mundial de Fútbol en Canadá. Ahí, la Federación sí quiso salir en la foto. De cara a la galería, había que "Soñar en grande". Sin embargo, la Selección no pasó de la primera fase, y al volver las jugadoras denunciaron que la Federación no las había tratado como profesionales. Vero Boquete era la estrella y capitana de aquel equipo.
Las jugadoras apuntaban directamente a Ignacio Quereda, el entrenador que llevaba 27 años en el cargo. Quereda se refería a las profesionales como "chavalitas". Sin embargo, había mucho más, tal y como revela la periodista Danae Boronat: "Ir a la concentración con la Selección Española era volver a casa llorando, era desear que aquello terminara porque deportivamente no aportaba nada y a nivel humano salías desquiciada de un señor que las insultaba, que las llamaba 'gordas' y les decía que les hacía falta "un buen macho".
Sin embargo, "para ellas no había posibilidad de quejarse, porque 'Esto es lo que hay; no merecéis más, no le importa a nadie lo que os pase, no sois nadie'", lamenta Boronat, a lo que añade: "Eso es lo que siempre les habían dicho, lo de 'Calladitas estáis más guapas, ¿quién creéis que os va a escuchar?'; al final tú no gritas si no crees que alguien te va a escuchar".