Los viajes del Imserso guardan muchas historias. Una de ellas es la de un matrimonio con el que Gonzo charla en Benidorm, que le cuentan que se conocieron en "una fiesta de campo bailando unos agarraos". Mantienen esa afición por bailar, acudiendo a un local que, al decir su nombre, desata la risa de Gonzo.

"Hay personas con menos años, pero mucho menos, son casos esporádicos. Tan activos como nosotros no hay muchos", aseguran. Ambos intentan mantener la actividad física, pidiendo "la habitación más alta" que el hotel les pueda dar para subir y bajar escaleras.

"Tenemos tres hijos que hicieron triatlón, sentí una envidia muy sana y comencé a andar en bicicleta", confiesa el hombre. Son sus tres hijos quienes son su "motor" en la vida. Eso sí, no ven como una "necesidad" tener nietos.

"Me apetecen, pero no tengo esa necesidad de tener nietos. Los abuelos estamos para permitir cosas que los padres no les permitan", afirma la mujer, que cuenta a Gonzo que ella cuidó a personas con Alzheimer, enfermedad que nunca cree que sufra en un futuro: "Creo que nunca voy a tener Alzheimer, sé que un día voy a marchar, pero será rápido. Estoy convencida".