"El primer año que llegué estaba como una flor, pero el tiempo va pasando y no se recupera. Los años pasan y pienso que quizá no tengo fuerzas para trabajar como antes", relata la temporera Nouyira El Bakkari.

Cuenta que tiene dos hijas, que una estudia con el dinero que ella le manda y que la otra se queda en casa: "Todo el dinero lo gasto en ayudar a mi hija con sus estudios, pero al final no queda nada. Ella me dice que cuando tenga trabajo y un buen futuro me ayudará a hacer todo lo que quiera, que me enviará a la Meca, que comeré bien y que no tendré necesidad de trabajar".

Nouyira es de Alhucemas y relata cómo es su día a día allí: "Vivo en una casa con techo de plástico, durante el verano no tengo problemas y vivo tranquila, pero en invierno voy poniendo cubos para recoger el agua que gotea".

Sus hijas son la fuerza que le da impulso para seguir pese a la adversidad: "Cuando tengo saldo para poder llamarlas hablo con ellas, disfruto y me desahogo. Cuando las veo, me siento bien y cuando no lo hago se me encoge el corazón".

La tajante respuesta a los que critican que las temporeras extranjeras denuncian abusos sexuales para poder quedarse en España

La abogada de la Organización Internacional 'Women's Link' tiene una respuesta para todos aquellos que alegan que las denuncias que las temporeras ponen a sus jefes por abusos sexuales se realizan para lograr quedarse en España: "Ellas lo que quieren es venir a trabajar. Y si ellas denuncian, no van a poder volver en temporadas siguientes".

Además, Aintzane Márquez afirma que "el miedo está en, precisamente, denunciar por el riesgo que corren en su país por dicho estigma": "Yo creo que la discriminación también está en que ellas no pueden salir hablando abiertamente de su caso, que tengo que salir yo".

"Hay gente que merodea por la noche buscando carne humana": las impactantes palabras de un empresario fresero sobre los abusos a las temporeras

Antonio Luís Martín 'Curi', empresario fresero, habla con Jordi Évole sobre las denuncias que varias temporeras han puesto a varios manijeros, los encargados del campo, por abusos sexuales: "Yo tengo una manijera. Me gusta que sean las mujeres con las mujeres. Con el tema de los manijeros, de que se meten con las mujeres, los abusos que dicen que hay. Así que yo no tengo un hombre por si acaso".

"Los abusos, el invento este que he visto. Yo pienso más a lo mejor en otras cosas y que tergiversa la información de gente que viene por la noche a merodear por los campos", afirma 'Curi'. Unas palabras que dejan tan sorprendido a Jordi Évole. "¿Qué buscan?", pregunta el periodista al empresario. "Buscan la carne. La carne humana, ¿qué van a buscar?", responde tajante 'Curi'.

La indignante charla entre varios manijeros: "¿Que llevas tiempo sin acostarte con tu mujer?, pues dale 50 euros a las moras que tienes y listo"

"Estando embarazada se metió su manijero dentro de la casa y le dijo 'friki-friki', que es la palabra del campo con la que pide que se acueste con él", explica una joven a Jordi Évole sobre el acoso que vio en primera persona de un encargado a una temporera.

"Entonces, la mujer, según como ella pudo explicarle, porque no sabe hablar español, le dijo que no, que estaba embarazada y que era Ramadán, que no la podía tocar; él le dijo que no pasaba nada, que le podía hacer otras cosas", continúa la mujer.

"O te acuestas conmigo o no trabajarás": la horrible situación a la que se enfrentan las temporeras con los manijeros

Una temporera recuerda en Salvados cómo un día mientras estaba en el campo cogiendo fresas vivió una situación machista por un manijero: "Me dijo que iban a empezar ya con la fresa, que si quería entrar, que ya sabía. O me acostaba con él o no trabajaría".

Aunque la mujer destaca que su respuesta fue tajante y le dijo que eso se lo tendrá que decir "su encargado", afirma que otras mujeres "habrán tragado" para conseguir el trabajo.