En coche patrulla al hospital

Así descubrió el maquinista del Alvia que era el chivo expiatorio tras la tragedia: "Pasó el rey de largo por delante de mí en el hospital"

Paco Garzón se sintió señalado minutos después del accidente. El maquinista del Alvia desvela en Salvados cómo le trataron las autoridades y la prensa desde el primer momento. Incluso le llevaron en coche patrulla al hospital en vez de en ambulancia.

El maquinista del Alvia, sobre cómo descubrió que era el chivo expiatorio tras la tragedia: "Pasó el rey de largo por delante de mí en el hospital"

Francisco (Paco) Garzón carga con la etiqueta de ser 'el maquinista del Alvia', el tren que descarriló en julio de 2013 cerca de Santiago de Compostela, en la conocida como curva de A Grandeira en Angrois. 80 personas murieron en aquel accidente ferroviario, uno de los más graves de la historia de España, y 144 resultaron heridas.

Doce años después, las investigaciones y el juicio posterior han corroborado que él no fue el único responsable de aquella tragedia. El error humano -provocado por una larga llamada de un interventor, que tenía que responder de manera obligatoria- podría haberse evitado si se hubiera cumplido la normativa y hubieran instalado señalización antes de esa curva. Además, el sistema ERTMS de frenado automático podría haber frenado el tren ante el exceso de velocidad de haber estado activo.

Garzón habla hoy en Salvados por primera vez en televisión después de haber sido condenado a dos años y medios de prisión. Andrés Cortabitarte, exjefe de seguridad de Adif, también fue declarado culpable.

El maquinista desvela que se sintió señalado por la prensa y las autoridades, hasta el punto de que al salir del tren fue trasladado al hospital en coche patrulla en vez de en ambulancia.

El maquinista del Alvia, chivo expiatorio

"A mí me llevaron junto al delegado del Gobierno. Me quise agachar, por el dolor, y me gritaron que me sentara. Iba con la cabeza abajo, porque estaba jodido", rememora Garzón en el programa de laSexta. "No me dijo nada ni se preocupó por mí ni nada. 'Usted, siéntese ahí' y nada más", lamenta.

Gonzo no sale de su asombro cuando le desvela que fue conducido al hospital en un coche de Policía. Además, había dos agentes custodiándole en el centro médico. El maquinista recuerda lo que ocurrió allí con los, por aquel entonces, príncipes de Asturias: "Pasó el rey... y la reina, por delante y no... pasaron de largo. Que no, que nadie se preocupó de mí".

"¿Eso te hizo ir viendo en qué posición estabas?", le pregunta el periodista. "Como un criminal, o sea, que era yo culpable, que era todo responsabilidad mía". La Policía fue a buscarle a su habitación y le puso las esposas delante de su madre, a quien él pidió que se marchara para que no tuviera que presenciar aquella escena. "No quería que salpicara a nadie", dice con lágrimas en los ojos.

Su abogado, Paco Garzón, cuenta que Jorge Fernández Díaz, entonces Ministro del Interior, anunció su detención a los medios de comunicación poco tiempo después.