Algunos padres y madres de un campamento de un colegio público de Las Rozas, en Madrid, han decidido llevarse a sus hijos tras conocer las condiciones en las que se encontraban. Las clases del centro estaban a 40 grados sin ventiladores ni aire acondicionado. También tenían roedores. En ellas permanecían un centenar de niños en horario de 7:30 de la mañana a 19:30 de la tarde. Sus monitores han denunciado la falta y mala calidad de comida. Uno de ellos ha explicado que el primer día les dieron para desayunar una naranja a dividir entre cuatro alumnos, en declaraciones a Más Vale Tarde.

Es más, el monitor asegura que duda de la calidad de la comida por el aspecto que tiene, que se puede ver en el vídeo de portada. Del mismo modo, denuncia que a los niños con intolerancia les daban fruta en mal estado. Critica que las instalaciones estaban a 43 grados sin ningún tipo de refrigeración.

"Nadie vino a desinfectar ni nada. Creemos que todos estos problemas de plagas vienen a raíz de la limpieza, de la que nos estamos quejando desde el primer día", asegura en relación a la aparición de una rata en una de las aulas. Por otro lado cuenta que Servicios Sociales ha estado en el centro. Pero la empresa no se ha pronunciado tras el escrito que han mandado los monitores. "La coordinadora amenaza a los compañeros con despedirlos", añade.

Todavía quedan unos 80 niños en el campamento hasta el 17 de agosto, día en el que cerrará sus puertas. El resto de ellos no volverá. Así lo han decidido sus padres este viernes al conocer las condiciones en las que han permanecido los pequeños. Algunos han salido del centro con picaduras de pulgas.

"Yo he venido a buscar a los niños y les he preguntado qué habían desayunado y me han dicho que media naranja", confiesa una mujer. Al mismo tiempo desvela que el centro no permitía que los niños llevasen nada de comida al campamento por las alergias. "No quiero que les piquen chinches ni pulgas ni que pasen mucho calor y que no tengan material", reconoce otra de las madres.