Juan Carlos Aguilar, más conocido como Huang, ha sido un hombre muy mediático. Si tiramos de videoteca son numerosos los canales de televisión y programas donde ha participado. La cámara le gusta, la disfruta y se recrea, ya sea sentado en un plató o cámara en mano al más puro estilo reportero.

Aprovecha sus intervenciones para explicar, por ejemplo, cómo controlar los instintos más primarios. Aguilar se ha puesto delante de las cámaras para mostrar sus habilidades: andar sobre brasas o apagar velas golpeando el viento.

Ahora ha conseguido salir en los informativos internacionales. Difícil entender que un monje shaolín, cuya alma es pacífica por definición, sea el asesino confeso de una mujer. Un hombre que llegó a asegurar a cámara que el poder de la mujer en las artes marciales está por encima del hombre.