Los años de Rouco Varela al frente de la Conferencia Episcopal se acaban. Su sustituto está al caer, aunque de ese asunto, Varela no habla ni con el mismísmo papa.

Poco dado al chascarrillo, en su años como gran jefe de los obispos ha marcado, como poco, un estilo, el "pasaba por allí en las manifestaciones". Siempre ha negado estar detrás de las convocatorias, pero aparecía detrás de las pancartas.

Ni siquiera la Jornada Mundial de la Juventud le ablandó. Durante el evento, que tuvo lugar en el verano de 2011 en Madrid, aprovechó para criticar el aborto y la eutanasia. Cuestionó al Ejecutivo del PSOE y también ha hecho lo propio con el Gobierno actual, "no es fácil entender que todavía no se cuente con un nuevo anteproyecto de ley" en materia de aborto.

En su cruzada cabe añadir la lucha antigay, la educación, Eurovegas... En todo ha metido baza. Siempre criticó los escraches y acabó siendo objeto de uno, del roce con las 'Femen' perdió llegó a perder las gafas. 

Fiel a Benedicto XVI hay quienes han visto una sombra en su relación con el papa Francisco, también hay quienes le veían de consejero en El Vaticano, pero lo cierto es que hace dos años que tiene la jubilación pendiente.

Ahora llega su tramo final y se despide no sin antes dejar clara, una vez más su consigna, "hay que responder a los nuevos desafíos del estado laico".