Los agricultores han convocado una serie de movilizaciones con las que pretenden "denunciar la grave situación de falta de rentabilidad que atraviesan". Critican "los bajos precios en origen" y el incremento de los costes de producción como la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI).

Movilizaciones que, según el secretario general de UGT, Pepe Álvarez están organizadas en Extremadura por la "derecha terrateniente carca, que intenta mantener una situación en el campo de sumisión".

"Sería estúpido pensar que los dos euros y medio aproximadamente que representa el aumento a 950 euros del salario mínimo por persona y día suponen un gran problema", ha declarado.

Unas palabras que Miren Etxezarreta, catedrática emérita en Economía de la UAB, ha suscrito, afirmado que la agricultura actual se encuentra "entre dos grandes contradicciones".

La primera de ellas tiene que ver con el hundimiento de los precios y el papel de las empresas distribuidoras.

"No nos equivoquemos de adversarios. Realmente, los que hacen que los precios estén tan bajos son fundamentalmente los distribuidores, que son generalmente enormes empresas distributivas", ha apuntado.

Estas, ha explicado Etxezarreta, "tienen la fuerza de presionar precios a la baja y reducir los márgenes". "Lo que pasa es que esto les ha llevado, a mi juicio con un cierto despiste, a mirar más el nivel de salarios, que es la otra contradicción", ha señalado.

Esta es que "la agricultura actual son empresas bastante grandes que producen mucho y que tienen que recurrir a la mano de obra asalariada, pero que están acostumbradas a contratar mano de obra en salarios extremadamente bajos".

"Cuando los salarios empiezan a ser menos de supervivencia, que ni siquiera dignos o buenos, se resienten, porque los que pueden más que ellos les aprietan los precios a la baja y ellos se ven obligados a subir mínimamente los salarios de los trabajadores", ha indicado Etxezarreta.

Si bien estos son "trabajadores sin cualificar, también son personas a las que hacen trabajar en condiciones muy lamentables en muchas ocasiones".

"A mí me gustaría saber de verdad qué están pagando a esos trabajadores, que vienen en muchos casos de la inmigración, porque hay una cuestión curiosa", ha destacado la catedrática emérita.

Esta es que "según las noticias, son los agricultores extremeños, los dueños de la agricultura extremeña, los que están protestando de forma muy fuerte. Pero resulta que, en Extremadura, hay una tasa de paro que es la más alta de España. Entonces, no cuadran muy bien estas cosas".

Mejora de las condiciones laborales

"Es que hay que relacionar la posibilidad de trabajar con el salario que se paga. Seguramente un salario un poco más alto permitiría que la mano de obra tuviera mejores condiciones", ha explicado Etxezarreta.

Justo ahí esta, ha insistido, la contradicción, en "el tapón, por una parte, de las distribuidoras y la imperiosa necesidad de que las condiciones de trabajo no sean las que están siendo".

"Creo que tendrán que vincular el aumento legal del SMI con el control de las condiciones de trabajo. Pues me temo mucho que hay muchas condiciones de trabajo que son inferiores a lo legal", ha apuntado la catedrática emérita.

Además, Etxezarreta ha alertado de que esta desigualdad "puede continuar, porque muchas veces amenazan con la economía sumergida".

En este sentido, ha expresado que ella "les diría a los agricultores fuertes del sur de España que se organicen frente a las distribuidoras". "Porque si no es como el ciclista, que hacia arriba no protesta y hacia abajo aprieta porque es donde puede", ha concluido.